POR QUÉ MI HIJO SE COMPORTA COMO SE COMPORTA Y CÓMO INFLUIR POSITIVAMENTE EN ÉL
¿Vienen los niños con un manual de instrucciones?
Este es el primer artículo de la colección: ESCUELA DE FAMILIAS. Una serie de artículos en los que damos pautas y recursos para hacer frente a los problemas cotidianos en la educación.
Ser padres es una maravillosa experiencia, uno de los mayores regalos de la vida. Sin embargo, esta situación, inicialmente idealizada y bucólica, en muchas ocasiones se nos complica si no sabemos cómo proceder. Seguro que puedes identificar situaciones cotidianas “con las que no contabas” antes de ser padre o madre y en las que puedes sentirte desorientado. Aunque hay estudios que indican que las personas con hijos son más felices que las que no los tienen, este bonito camino de la parentalidad no está exento de algunas dificultades, sin resultar por ello menos gratificante.
Es normal que algunas familias se sientan confusas durante una u otra etapa de la crianza de sus hijos: los primeros años de vida, la adolescencia… son momentos de gran responsabilidad. Puede ser habitual que surjan dudas relacionadas con “¿lo estaremos haciendo bien?”. También pueden aparecer pequeños problemas que nos hagan preguntarnos “¿cómo hacemos para que…?”
Para responder a esas y otras preguntas, hemos pensado en esta guía para padres elaborada por psicólogas. ¿Por qué? Porque la psicología, como ciencia que estudia el comportamiento, es hasta el momento el mejor manual de instrucciones para educar. Sabemos que hoy en día existen muchas corrientes educativas diferentes. El acceso ilimitado a la información, las redes sociales, los grandes gurús de la crianza… Los padres podemos encontrar numerosas y diversas recomendaciones sobre cómo educar, algunas con gran difusión, otras en ocasiones poco fundamentadas, contradictorias o perjudiciales. No existen reglas magistrales. Y, aunque es cierto que los niños no vienen con un manual de instrucciones, creemos que puedes encontrar una gran ayuda en LA PSICOLOGÍA como ciencia basada en la evidencia.
Las ideas que aquí te presentamos, lejos de ser novedosas, son creíbles. La psicología es un manual de instrucciones científico. Aquí encontraras recomendaciones concretas para comprender y moldear la conducta de niños y adolescentes. Nuestras pautas están elaboradas por profesionales de la psicología y basadas en estudios e investigaciones sobre el apego, el desarrollo evolutivo, las reglas de aprendizaje, la comunicación… Se trata de evidencias comprobadas científicamente y que están lejos de la opinión personal de madres o padres que hablan de sus experiencias pero que carecen de la formación necesaria.
Nuestro concepto de parentalidad concibe la crianza y la influencia de padres y madres en el desarrollo de los hijos como la adecuada combinación entre el amor, las normas y los límites. Aunque a simple vista resulte que estos términos son poco combinables, creemos firmemente en la disciplina como forma de educar, ya que creemos que en ningún caso debería estar reñida con el amor a los hijos.
¿Te animas a profundizar un poco en las leyes básicas del comportamiento humano? Si la respuesta es afirmativa, te proponemos que analicemos primero cuáles son los objetivos y metas de la educación de los hijos.
EL OBJETIVO DE LA CRIANZA: EDUCAR PARA LA VIDA.
Entendemos el proceso de educar como el proyecto de “construir a una persona”. Durante la crianza de los hijos, la familia no se limita únicamente a satisfacer las necesidades y atenciones básicas de los hijos en las diferentes edades, (alimentación, sueño, cuidados básicos, escuela…). La educación de los hijos va mucho más allá. Los padres desean que sus hijos sean capaces de alcanzar sus metas y propósitos y sepan desenvolverse adecuadamente, convirtiéndose en el futuro en unos buenos ciudadanos, de los que podamos sentir orgullo. Los padres se esfuerzan, además, por conseguir que sus hijos adquieran valores personales (generosidad, honestidad, humildad…) y sociales, (solidaridad, compasión…).
Consideramos tres pilares fundamentales para ejercer adecuadamente el arte de educar:
Ser conscientes de que para nuestros hijos somos un ejemplo a seguir. Suponemos un modelo en aquello que hacemos y que decimos. Esto nos da una ventaja fantástica como figuras de apego, ya que la mayoría de las veces educamos más haciendo que diciendo.
Para hacer una crianza fundamentada en nuestros principios y valores tenemos que conseguir educar siempre desde la calma. Incidir en el comportamiento y aprendizaje de los hijos es mucho más eficaz si corregimos, felicitamos, acompañamos, etc. lejos del enfado, desde una actitud tranquila.
Transmitir una buena educación a los hijos supone la adecuada combinación entre amor y disciplina. Ello, en ocasiones, nos llevará inevitablemente a tener que abordar situaciones difíciles como única manera de poner solución a los problemas de crianza en el día a día. Aceptar que educar no siempre es fácil te animará a ver los pequeños problemas de la crianza como oportunidades para mejorar.
¿Te has planteado alguna vez cómo hacerlo de la mejor manera posible? Los padres habitualmente transmitimos a los hijos nuestra visión sobre la sociedad, sobre la importancia de las normas. Compartimos nuestros propios valores con ellos, revelándoles las claves que consideramos más valiosas para su desarrollo y crecimiento persona. Es misión de la familia educar a los hijos para la vida, alimentándoles con sus valores y principios, orientándoles para que se conviertan en buenos ciudadanos.
Aunque esta tarea en muchos aspectos se ve compartida con otras instituciones, como la escuela o la iglesia, tu papel como padre o madre en todo este proceso resulta fundamental y prioritario.
Los niños y adolescentes son muy sensibles a toda la información de su entorno. Durante su desarrollo no podrás evitar que tu hijo recoja “propuestas educativas” de su entorno más cercano, (amigos, compañeros de colegio) y de los medios de comunicación y redes sociales y probablemente eso te preocupe. La buena noticia es que, si tú quieres, la familia puede convertirse en el “influencer” más poderoso durante el desarrollo. Así que siéntete protagonista de todo este proceso. Comienza cuanto antes y disponte a disfrutarlo con responsabilidad.
En nuestros artículos y guías sobre crianza encontrarás herramientas para comprender y moldear la conducta humana, en especial la de los más pequeños, con el objetivo de influir en su crecimiento personal y social a través del aprendizaje.
Revisaremos ideas clave para situaciones muy cotidianas de la crianza como:
Podernos anticipar a situaciones incómodas con los hijos, (problemas de comportamiento, por ejemplo)
Elogiarles por sus logros
Conseguir cambios necesarios
Adquirir hábitos
Ayudarles a regularse emocionalmente
Aprender a comunicarnos…
Seguramente el camino no sea sencillo, salvo que apreciemos que cada dificultad que aparezca en la crianza puede suponer una oportunidad para educar y adquirir aprendizajes que les ayuden a crecer, a educarse en la tolerancia a la frustración, fortalecer el músculo del esfuerzo y volverse más resistentes a las adversidades.
Al arbolito, desde chiquito” Refrán popular.Significado: Se debe vigilar y corregir a los hijos desde pequeños puesto que, de lo contrario, después será tarde iniciar su educación y muy difícil cambiar su inclinación. (Instituto Cervantes).
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