Una guerra solidaria
El espanto de la invasión de Ucrania nos sobrecoge y nos llena de interrogantes, pero también de valores y saca lo mejor de nosotros mismos.
La empatía con el pueblo ucraniano ha despertado en España y en casi toda Europa un aluvión de solidaridad, compasión y generosidad.
La proximidad del conflicto junto con las imágenes tan sobrecogedoras que nos llegan (familias abatidas, gente huyendo con maletas, niños solos cruzando fronteras…) nos producen sentimientos de impotencia e incomprensión ante ataques injustificados, contra población indefensa. La UE esta respondiendo de manera unánime comprometida con todas las personas que huyen y buscan asilo. Esta empatía se traduce en una “guerra de solidaridad”.
Los españoles han donado más de 25 millones de euros para Ucrania hasta el momento. Pero la sensibilidad y generosidad de la gente no solo ha sido a través de donaciones. Hazañas de voluntarios españoles que, sin pensarlo dos veces, se desplazan para trasladar a personas y llevarlas a lugares seguros. Alquiler de furgonetas, vuelos humanitarios para traer a España centenares de personas.
Desde distintos puntos del territorio se despliegan las campañas solidarias.
Durante el tiempo que permanezcan entre nosotros, se intentará que se sientan como en su propio país, con todos los derechos, permisos y capacidades.
En todo el territorio nacional gente particular ha abierto sus casas para acoger refugiados. Para garantizar que la acogida sea segura y se verifique que las viviendas ofrecidas sean idóneas, se ha impulsado un sistema y programa para ordenarlas. Se gestiona una bolsa de familias voluntarias. Estas familias serán entrevistadas por mediadores sociales con la colaboración de servicios sociales municipales y entidades especializadas. Ante todo, lo que se busca es que los ucranianos que llegan a España estén bien atendidos y que se respeten todos los derechos que como seres humanos, tienen.
No debemos olvidarnos de que este conflicto será por largo tiempo.
Aunque celebramos enormemente la movilización ciudadana, toda solidaridad es poca y toda ayuda es necesaria.
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