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Un recurso productivo para la adolescencia: el voluntariado

El voluntariado puede ir aparejado con la búsqueda de propósito. Salir de nuestra zona de confort, vivir otras experiencias, ver de cerca la realidad de otras personas, estar en contacto con diferentes culturas y ponernos en el papel del otro. Todo esto cambia nuestros pensamientos y necesidades habituales.

Planteamos el voluntariado en los jóvenes, como recurso para el desarrollo de sus aptitudes y cualidades para fines nobles y altruistas. Ese trascender de ellos mismos, les puede ayudar a encontrar un sentido tanto a su vida como al esfuerzo y la dedicación.




En ocasiones esa “búsqueda de propósito” es clara y directa. El compromiso con otras personas y con el mundo, permite que podamos ser mucho más felices. Esto nos hace sentir motivados y capaces de relativizar los problemas. Y aunque sentirse útil y necesario produce satisfacción, ya que nos hace sentir que nuestra propia vida vale la pena, también es posible que el cambio de perspectiva no se produzca, aun así, la experiencia es muy enriquecedora. Estaremos realizando acciones no dirigidas a nosotros mismos y lo que es más importante, estaremos invirtiendo tiempo en ayudar a los demás y ser solidarios.


¿Qué es el voluntariado?

En términos generales entendemos por voluntariado todas aquellas acciones, actividades de interés general o servicios sin ánimo de lucro, que tienen el fin de ayudar y aportar el tiempo personal a las personas que lo necesitan.

Hacer voluntariado mejora, indiscutiblemente, el mundo en el que vivimos. Pero también implica aprender sobre nosotros mismos, son acciones con gran capacidad de transformación y muy beneficiosas. Es bueno ser consciente de la repercusión favorable para ambas partes. Mientras invertimos productivamente el tiempo libre, estamos creciendo y madurando.


Los beneficios a nivel físico y mental

Muchos estudios confirman los beneficios de hacer voluntariado. Una investigación de la Corporation for National and Community Service, puso de manifiesto que las acciones de voluntariado están relacionadas con un menor riesgo de sufrir cardiopatías, una tasa más baja de depresión y con una vida más larga. La sociedad americana contra el cáncer, corrobora cómo el voluntariado puede hacernos más felices y saludables.



Los Valores implícitos en un voluntariado

Además de los beneficios ya mencionados, muchos de los valores en los que creemos y con los que trabajamos nuestro método de educación, encuentran su razón de ser en las acciones de voluntariado. Puede resultar muy beneficioso instruir a los niños desde pequeños en valores indispensables para que los vayan poniendo en práctica y los conviertan en hábitos a través del voluntariado.



En nuestra web educamos en familia puedes encontrar guías prácticas sobre cómo inculcar estos valores en tus hijos si eres padre y sugerencias de gran ayuda, si eres joven y deseas que el voluntariado forme parte de tu vida.


Si tienes alguna pregunta no dudes en escribirnos a fundacion@educamosenfamilia.com

y te contestaremos lo antes posible.


En resumen el voluntariado es una acción solidaria, sin ánimo de recibir nada a cambio. Pero la realidad nos muestra que la repercusión positiva para el que la realiza parece igual o incluso más beneficiosa que para el que recibe la ayuda.


Por todas estas razones recomendamos el voluntariado en la adolescencia, un periodo marcado por los cambios, la incertidumbre y la búsqueda de sentido. Estas acciones supondrán un punto de reflexión y madurez.

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