Trucos para que la vuelta al cole sea un éxito
Cuando se acaban las vacaciones toca adaptarse de nuevo a la rutina. Sabemos que a veces habituarse a los horarios y actividades suele convertirse en una fuente de estrés pero no debemos preocuparnos demasiado porque si hacemos las cosas bien, la transición del verano al nuevo curso se hará sin grandes problemas.
A continuación te ofrecemos unos trucos sencillos para que la vuelta al cole sea todo un éxito:
1. Adelántate a los cambios
Si aún estás a tiempo, te animamos a que empieces a instaurar hábitos similares a los que tendrán durante el nuevo curso ya que esto será de gran ayuda. A pesar de que las vacaciones sigan, los horarios, alimentación, obligaciones… se pueden ir normalizando. Porque aunque lo ideal es que durante el verano se haya mantenido un orden, no siempre se habrá conseguido. Si este es tu caso, no te agobies y empieza ya porque como se suele decir: ¡más vale tarde que nunca!
Por otro lado, informa a tus hijos de los cambios que se producirán cuando empiece el colegio. Así ellos se irán mentalizando de lo que ocurrirá en unas semanas o días.
2. Hazles partícipes
La compra de libros, revisar el material escolar del año anterior para ver qué se necesita, la compra del uniforme, rellenar la matrícula, elegir actividades extraescolares… En todas estas cuestiones pueden participar y echar una mano. Con esto no sólo estarás ayudándoles a asimilar que la vuelta al cole está cerca sino que contribuirás a que sean más responsables y autónomos. Cada uno puede contribuir en función de sus habilidades: forrar libros, poner etiquetas, organizar horarios… Aprovecha para fomentar valores como la ecología, el consumo responsable, la austeridad o la ayuda entre los distintos componentes de la familia.
3. Motiva
En general los niños y adolescentes no muestran demasiado rechazo ante el colegio, la realidad es que después de varios meses de vacaciones, pueden encontrarse apáticos y algo reticentes. Es una reacción totalmente normal y nuestro consejo es que la valides sus emociones (“Es normal que te de pereza volver a clase”, “Entiendo que estés triste porque se han acabado las vacaciones”…) Después, puedes ayudarles a ver lo bueno o agradable que supone la vuelta a las clases (reencontrarse con amigos, aprender cosas nuevas, retomar alguna actividad que le guste…)
Tus palabras de aliento serán un gran motivador y les ayudarán a empezar con buen pie. Fomenta el optimismo y aprovecha las buenas expectativas del inicio de curso para crear hábitos adecuados para el entorno escolar. Las reuniones familiares son un maravilloso instrumento para reducir está apatía, afrontar las dificultades y aumentar la motivación. Podéis planificar actividades gratificantes que les despierten la ilusión. Si quieres saber más sobre reuniones familiares, visita este link.
4. Habla con tu hijo
Aunque a los niños les cuesta poner palabras a sus sentimientos y pensamientos, siempre es un buen recurso hablar con ellos e intentar que compartan sus preocupaciones, miedos o inquietudes. Quizás con tu ayuda los gestionen adecuadamente, puedas tranquilizarles o simplemente, que se sientan escuchados y se sientan mejor. Es importante que te pongas en el lugar de tu hijo. Muchas de las tensiones se pueden producir porque los hijos no se sienten comprendidos. A veces intentamos quitarle importancia a sus preocupaciones para que se den cuenta de que la realidad no es tan horrible como ellos piensan y conseguimos justo lo contrario. Conoce sus preocupaciones reales y valora con él si puede hacer algo para prevenirlas o gestionarlas. Pero no olvides que la pereza nos asalta a todos y que por encima de todo está el esfuerzo, la responsabilidad y aceptar la realidad cotidiana. A los padres también nos visita la depre postvacacional y la única solución es asumirlo y tirarse de nuevo a la piscina de la vida y la realidad.
5. Infórmate e informa
Sobre todo cuando haya cambio de colegio, de ciclo escolar o de clase es interesante que te informes sobre cómo funcionará el nuevo curso. Qué actividades se suelen hacer, cómo son las clases, cómo funciona el comedor, los recursos de los que dispone el centro… Esta información contribuirá a que la ansiedad disminuya y que empiece el curso mucho más relajado. De hecho, te animamos a que si es posible visitéis el colegio antes de que empiecen las clases para que se vaya familiarizando con él.
Si a pesar de toda la información y después de hablar de sus inquietudes, sigue dándole vueltas al tema, es mejor que no entres mucho más en él. Puedes escuchar y validar pero sin meterte demasiado. Mejor ayudarle a que se distraiga y a que aprenda a tolerar esas sensaciones de incertidumbre y de malestar.
6. Planes con amigos
Una buena forma de ir retomando la normalidad es reencontrarse con los amigos. Muchas veces ocurre que durante el verano se pierde el contacto con los compañeros y se desenganchan un poco de esas relaciones. Para remediarlo nada mejor que organizar una merienda en casa, llevarlos al cine o pasar el día en la piscina. Volver a estrechar lazos contribuye a que aumente la motivación, se ilusionen por estar con sus amigos y que el comienzo de las clases sea menos duro.
7. Haz tú también tu propia vuelta al “cole”
No sólo se tiene que adaptar los niños al nuevo curso sino también los padres. Incluso en algunos casos puede haber un poco de bajón post-vacacional. Nuestro consejo es que adaptes los anteriores consejos a ti mismo. Vuelve a retomar contacto con compañeros, normaliza horarios, organízate para que no se te acumulen las tareas, delega en tus hijos o en otras personas todo lo que puedas… Tú también eres un ser humano y también necesitarás tu tiempo para volver a la normalidad.
Por otro lado, ten cuidado con los mensajes que lanzas. A veces podemos quejarnos más de la cuenta (“Uf, ahora volver a aguantar al jefe”, “Con lo bien que estaba en la playa y ahora tener que soportar los atascos”, “qué profesora más seria”, “ya sabes que este curso es muy difícil”…) y que eso boicotee nuestros intentos de que nuestros hijos hagan una vuelta al cole con optimismo y buena actitud. Recuerda que ellos te ven, imitan… Si tu reacción ante tu vuelta a la rutina es negativa, tus hijos es probable que respondan de igual manera.
8. Ten paciencia
Un de las cosas que más costará es retomar hábitos. Como decíamos es probable que durante las vacaciones los horarios hayan cambiado, el ritmo, las actividades e incluso el ánimo sea diferente. No pueden obrarse todos los cambios a la misma velocidad por lo que nuestro consejo es que seas paciente y muy constante con las pautas que te hemos recomendado. Recuerda el valor del elogio y aprecia los pequeños logros y progresos de tu hijo día a día. Esta puede ser una buena estrategia para mantener la calma y conseguir vuestros objetivos.
9. Míralo como un aprendizaje para la vida
La vuelta al cole como decimos puede suponer malestar y ansiedad pero ¿acaso la vida no está repleta de incomodidades? Cambia de perspectiva y tómatelo como una forma para que tu hijo se fortalezca y se haga más duro. Acompáñale pero entendiendo que tu papel no es evitarle todos los problemas sino enseñarle a hacer frente a los mismos. Con el tiempo y a partir de este tipo experiencias, podrán hacer frente a los retos que la vida les vaya poniendo delante.
10. Pide ayuda
A veces la situación es más compleja. Puede que tu hijo rechace ir al colegio porque tenga problemas en él, ansiedad por separación, malas experiencias previas o por cualquier otra circunstancia emocional o física que puedan obstaculizar el proceso. En esos casos, puede que sea necesaria la ayuda de un especialista para que te oriente de forma personalizada. Si se presentan dificultades consulta con tu tutor, orientador escolar o con un psicólogo clínico.
La vuelta al colegio no siempre será todo lo sencilla que nos gustaría pero la realidad es que es algo que se acaba haciendo y consiguiendo. Confía en que tu hijo se adaptará sin problemas y que este pequeño reto le fortalecerá y dará herramientas para que en un futuro pueda desenvolverse en la vida de forma eficaz.
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