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¿Por qué es importante educar a nuestros hijos en una vida con propósito?



Ser padres es una circunstancia que aporta un gran y enriquecedor propósito a nuestra vida. Formar una familia supone reflexionar sobre qué es lo importante y sobre cómo educar en lo fundamental. La educación de los hijos es una gran oportunidad para legarles nuestros valores y principios. De hecho, según algunas investigaciones, parece que las personas que son padres son más felices que las que no lo son, pues encuentran más sentido a su vida. ¿Cómo puede ser? Tener hijos supone experimentar muchos momentos de incertidumbre, miedo, preocupaciones… Además, ciertas etapas de la crianza no son nada sencillas. Podría parecer que todo son desventajas, grandes responsabilidades y no menos preocupaciones... Sin embargo, nos parece bastante sensato pensar que la parentalidad va indiscutiblemente ligada al sentido de la vida, a nuestra naturaleza y, por lo tanto, a la verdadera felicidad.


Educar es una bella palabra que procede del latín “educare” y que se compone de dos términos: “ex” (fuera de…) y “ducere” (guiar, conducir). Por eso, el verdadero sentido de la palabra educar tiene que ver con guiar al niño para que sea capaz de sacar de sí mismo todo su potencial, todo lo que realmente es capaz de hacer. La familia, los padres, tienen un importante papel en esta búsqueda y cultivo de las mejores cualidades de los hijos. Esta loable responsabilidad de sacar de ellos lo mejor de sí mismos contribuye a darle sentido y entusiasmo a nuestra tarea de educarles en valores.


A su vez, ocuparnos de que nuestros hijos cultiven sus propósitos puede resultar muy beneficioso para su desarrollo. El hecho de que ellos mismos encuentren que su vida es significativa puede evitar que caigan en la desidia y la búsqueda de placeres efímeros. Al mismo tiempo, les hace convertirse en personas útiles para la sociedad y le aporta la capacidad de contribuir a un mundo mejor.


Educar a nuestros hijos en esta búsqueda de sentido y propósito les supondrá muchas satisfacciones y les ayudará a ser más dichosos. Podrán ver que, aunque es posible disfrutar de momentos de felicidad efímera, lo realmente satisfactorio será esforzarse para cumplir con metas y objetivos más espirituales y acordes con su propósito. Podrán sentir que la vida tiene sentido y que vale la pena vivirla. Se plantearán qué es lo que han venido a hacer y cómo pueden conseguirlo.

Nos parece muy importante que nuestros hijos comprendan, además, que la felicidad tiene que ver más con nuestra actitud ante a la vida y menos con nuestras posesiones u objetos más preciados. La felicidad duradera es una actitud que podemos desarrollar, cultivar en nosotros mismos, que no depende de nada más que de cómo interpretemos el mundo y nos relacionemos con él. Si buscamos la felicidad en cosas significativas para nosotros, como las relaciones profundas, el altruismo, la realización personal, nuestra expresión artística… Estas actividades, a la larga, nos producirán mayor satisfacción que buscar el placer inmediato únicamente por placer y nos harán mucho más dichosos.


Si enseñas a tu hijo a focalizar la felicidad hacia su interior, no dependerá tanto del dinero, la ropa de última moda o el juguete más popular para ser feliz. Estarás contribuyendo a prevenir que se sienta vacío si no los tiene. Su felicidad no dependerá tanto del exterior y podrá enfocarse a encontrar la felicidad en otros aspectos, más relacionados con vuestros valores familiares: el altruismo, la superación personal, el esfuerzo, el aprendizaje, el deporte, el desarrollo de sus cualidades artísticas …


¿Se puede enseñar a los hijos a ser felices? Pensamos que sí. Ayudarles a ser felices tiene que ver con que los niños desarrollen sus cualidades, talentos y fortalezas y procuren vivir una vida repleta de valores y dedicación a los demás. Estas son las fuentes de la auténtica felicidad. Por eso, cuando educas en valores, cuando diriges la actitud con la que tu hijo se presenta ante la vida, cuando le orientas hacia propósitos nobles, estás contribuyendo a su bienestar.


A lo largo de la guía podrán encontrar recomendaciones más específicas para que tú mismo puedas dirigir tu vida hacia un propósito e inculcar este valor a tus hijos.



 

Más sobre el tema...


2. ¿Por qué es importante educar a nuestros hijos en una vida con propósito? (estás aquí)


Si, además, quieres transmitir el valor del propósito a tu familia, te animamos a que continúes leyendo la guía completa.



 

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