Padres y pantallas ¿estás haciendo un buen uso de ellas?
Con frecuencia se habla de la adicción a la tecnología que padecen muchos jóvenes pero ¿y la de los padres? ¿Sabías que cuantas más pantallas usan los padres, más las usan los hijos? De hecho se ha comprobado que algunas de las actitudes de los hijos hacia las pantallas son el reflejo de lo que hacen los padres con ellas.
Vivimos inmersos en un mundo tecnológico. Hoy en día el uso de la tecnología está generalizado y normalizado en todos los ámbitos de nuestras vidas (trabajo, entretenimiento, educación, domótica…) Por eso, debemos hacer un uso responsable de la misma para que conectarse al mundo virtual, no suponga la desconexión del mundo real.
Antes de continuar nos gustaría que reflexionaras sobre estas cuestiones:
- ¿Pasas gran parte de tu día pegado a las pantallas (televisión, móvil, ordenador…?
- ¿Te gustaría reducir el uso de tus dispositivos pero te cuesta demasiado?
- ¿Lo primero que haces antes de salir de la cama y lo último antes de dormir es mirar el móvil?
- ¿Utilizas tus dispositivos incluso cuando no es necesario hacerlo (mientras comes, paseas, conduces, trabajas…)?
- ¿Las personas de tu entorno te han comentado o se han quejado de que pasas demasiado tiempo delante de las pantallas?
Si a la mayoría de estas cuestiones has respondido “si”, es probable que debas plantearte seriamente la reducción de tu consumo tecnológico. Estos son nuestros consejos para que comiences hoy mismo a hacerlo:
1. Reflexiona. ¿Por qué quiero reducir mi uso de dispositivos?, ¿qué fortalezas me pueden ayudar a conseguirlo?, ¿cómo quiero que sea mi relación con las pantallas?... Plantearte preguntas te ayudará centrar tus objetivos y saber qué camino tomar.
2. Detox digital. Si te sientes capaz, puedes plantearte no acceder a la tecnología durante un tiempo determinado. Puedes empezar por un día, un fin de semana o incluso una semana. Durante ese tiempo, la idea es quepuedas “desintoxicarte” del exceso de pantallas para después volver a conectarte con más control y responsabilidad. Además, te animamos a que lo repitas periódicamente para no olvidar la importancia de estos momentos de desconexión.
3. Reduce poco a poco el tiempo de uso. Si el punto anterior te parece demasiado, plantéate reducir 10-15 minutos cada día hasta llegar a un tiempo razonable y que se ajuste a tus circunstancias. Hoy en día la mayoría de móviles, aplicaciones o dispositivos tienen opciones para limitar el tiempo de uso. No dudes en ayudarte de ellas para facilitarte la tarea.
4. Fija límites. Marcar momentos libres de tecnología es un recurso muy útil. En las comidas, a partir de una hora determinada, durante la jornada laboral… Es importante que haya espacios en los que las pantallas no estén presentes. Conseguirás reducir la dependencia y conectarás con otras cosas del mundo real.
5. Elimina todas las notificaciones. Muchas veces éstas son las responsables de que estemos continuamente revisando el correo electrónico, móvil, aplicaciones… Lo ideal es que chequees tus dispositivos según los límites que te has marcado y no cada vez que suene la alerta. Además, te animamos a que elimines todas aquellas aplicaciones que no te aportan nada y te distraen.
6. Póntelo difícil. El dicho popular dice: “ojos que no ven, corazón que no siente” o lo que es lo mismo, si no quieres caer en la tentación, no tengas la tentación cerca. Guarda el móvil en un cajón, oculta las aplicaciones en el móvil, desconecta tu smartwatch de vez en cuando…
7. Aprende a manejar tu nerviosismo. A veces utilizamos las pantallas para relajarnos lo que nos lleva a asumir que una forma de gestionar nuestra inquietud, es haciendo uso de éstas. Nuestro consejo es que busques otras maneras de lograrlo que sean más saludables. Puedes aprender a meditar, acudir a un especialista o hacer deporte.
8. Busca formas de entretenimiento alternativas. Hay que reconocer que las pantallas son una fuente de entretenimiento muy completa. Nos podemos relacionar con otros, ver películas, escuchar música, leer, investigar cosas nuevas… Puede llegar a ser realmente estimulante. Nuestra propuesta es que además de usar la tecnología para ocupar tu tiempo de ocio, no te olvides de actividades tan gratificantes como pasear, quedar en una cafetería con un amigo, hacer deporte, realizar manualidades, jugar a juegos de mesa, cocinar… ¡Podríamos hacer una lista es interminable!
9. Pide ayuda a un especialista. Estos consejos son generales por lo que puede que si tu caso es más grave, debas pedir ayuda a un psicólogo. Nosotros te animamos a que lo hagas ya que una intervención personalizada y especializada te garantizará el éxito.
Sabemos que no siempre será fácil prescindir de la tecnología en tu día a día pero te animamos a que intentes hacer un uso controlado y responsable. Tú te sentirás mucho mejor a la larga porque disfrutarás más de lo que la vida te ofrece y tus hijos tendrán un buen modelo que seguir.
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