Las bondades del canto y la música
No desvelamos ningún secreto al decir que la música nos alegra el corazón. Cantar, escuchar música, o hacerla (por ejemplo, tocando un instrumento) son acciones avaladas por estudios científicos cómo terapias para mejorar nuestra salud, tanto física, cómo emocional.
La OMS lo afirma “se recomienda incorporar las artes, y en especial la música, a los sistemas sanitarios” – The Health Evidence Network
Cantar es una actividad muy placentera y, con un elevado potencial terapéutico, influye en nuestro sistema nervioso, estimula el funcionamiento cognitivo y nos activa el cerebro. Además, la música cómo experiencia sensorial tiene la habilidad de regular nuestras emociones, y mejorar nuestro estado de ánimo.
Los efectos que produce la música parecen ser universales. Disfrutarla no tiene edad y está presente en todas las culturas
Por qué empezar a cantar hoy mismo. Recomendamos poner en práctica el canto así cómo escuchar música. Podéis hacerlo de forma individual o apuntaros a un grupo coral si tenéis la ocasión.
Para terminaros de convencer, compartimos una serie de datos y beneficios que quizás no conocías.
Beneficios demostrados por la ciencia:
A NIVEL FÍSICO mejora nuestra postura corporal; las personas que cantan tienden a adoptar posturas más correctas debido a la relación entre el tono de voz y la forma de colocar el cuerpo. Aumenta nuestra capacidad pulmonar y nos ayuda a mejorar la respiración, fortalece el tórax volviéndolo más fuerte y resistente, y ayuda a limpiar las vías respiratorias. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19436683
A NIVEL MENTAL/ EMOCIONAL
Mejora la función cerebral. Cantar con regularidad puede producir más conexiones entre las distintas áreas del cerebro. Promueve la plasticidad cerebral, la neurogénesis y las nuevas sinapsis. Esta “gimnasia mental” ayuda a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo, sobre todo en los adultos mayores.
Reduce el estrés. Cantar nos puede ayudar a combatir el estrés, lo que supone una reducción de los niveles de cortisol. Un estudio de 2017 midió la cantidad de cortisol en los participantes antes y después de cantar. Encontraron que el nivel de cortisol era más bajo después de cantar y que los participantes estaban más relajados.
La respiración profunda y controlada es una técnica muy utilizada en terapia para reducir la ansiedad.
Se liberan hormonas del bienestar cómo la dopamina y la oxitocina, lo que mejora nuestro estado de ánimo y nos ayuda a sentirnos más contentos. "Cantar una canción que conocemos, ya sea a solas o acompañados de otras personas, desencadena el sistema de recompensa en el cerebro y libera dopamina, la cual nos hace sentir mejor" – Dr. Gottfried Schlaug, Universidad de Massachusetts Amherst.
Puede estimular el sistema inmunológico y ayudar a prevenir y combatir enfermedades. Un estudio en 2004 mostró las evidencias
Aumenta el umbral del dolor. A través de un estudio se descubrió que cantar, tocar la batería y bailar en grupo libera hormonas que aumentan la tolerancia al dolor de una manera que no se logra si solo escuchamos música.
El canto regular es un tratamiento potencial para los ronquidos; puede mejorar la apnea del sueño. Los investigadores de un estudio en 2008 se entrevistaron con los cónyuges de los miembros de un coro junto con otros cónyuges de gente que no cantaba. Los resultados encontraron que había significativamente menos miembros del coro que roncaban.
Enseña a articular mejor los sonidos y a pronunciar mejor las palabras. Un ejercicio muy divertido es el karaoke. Seguir la letra de la pantalla es una buena técnica para mejorar la fonética. De hecho entre las personas que padecen trastornos neurológicos cómo: Autismo, Parkinson o tartamudeo, un estudio publicado en 2010 confirma que mejora la capacidad de hablar.
Ayuda a aprender idiomas. Cantar canciones en otro idioma es una tarea muy frecuente en los cursos para aprender otros idiomas. https://www.classicfm.com/music-news/latest-news/singing-helps-when-learning-languages/
Efectos del Mindfulness y cantar. Estas dos actividades pueden compartir algunos de sus beneficosos efectos. Por ejemplo, la atención plena que nos ayuda a desatender otros pensamientos y preocupaciones, y una respiración adbominal profunda y controlada.
El simple hecho de cantar en la ducha, puede ser muy beneficioso
¿Y si cantamos en un coro o en grupo?
Cantar de manera individual tiene muchos beneficios, cómo acabamos de ver. Pero la combinación de esta actividad, el contacto y el compromiso social producen un sentimiento de bienestar que parece perdurar más tiempo.
“Cantar es bueno, pero cantar con otros es mejor”. - Healthline Tom Shakespeare, PhD, profesor de investigación de discapacidad en la Escuela de Medicina de Norwich y autor de un artículo que evaluó un programa de canto
Un estudio llevado a cabo en 2008 por científicos australianos y publicado, entre otros sitios, en la Sociedad Americana de Psicología, demostró que cantar en grupo eleva los niveles de bienestar e incluso que el canto coral podría usarse para promover la salud y tratar la enfermedad mental.
Cantar en grupo nos ayuda en situaciones de duelo. Una investigación demostró que los participantes que, estaban lidiando con un duelo y, pertenecían a un coro, no mostraron disminución en la sensación de bienestar ni aumento en los síntomas de depresión. Se concluyó que cantar en grupo supone un apoyo adicional durante momentos de duelo.
Otro estudio realizado en Reino Unido en 2018 evaluó a 20 personas que participaron en un proyecto de canto comunitario cómo parte de la recuperación de la salud mental, conocido cómo Sing Your Heart Out (Canta fuerte con tu corazón). Concluyeron que los participantes reportaron mejorías en la salud mental y en el bienestar cómo resultado de los talleres del canto grupal. La asistencia a estos grupos les proporcionó apoyo y contacto social, que mejoraron su estado de ánimo.
Cantar en un coro tiene ventajas añadidas. Estas son algunas, que además son reconocidas por personas que cantan en coro:
Apoyo social y amistad. En los coros abundan las personas de edad, que además de disfrutar cantando, encuentran amistad y apoyo. Después de cantar suele ser común “ir a tomar algo” y disfrutar de la mutua compañía. Muchos coros se desplazan para cantar a otros lugares y disfrutan de estos viajes. Estas ventajas ayudan a evitar los sentimientos de aislamiento y soledad.
Cantar en un grupo exige el compromiso regular de asistir a los ensayos, una razón importante que les permite mantenerse activos, salir de casa y evitar quedarse en el sofá viendo la tele (hoy día se sabe que el sedentarismo es una de las principales causas de enfermedad).
Cantar nos exige aprendizaje (memorizar letras, melodías, etc.), y por lo tanto contribuye a mantener la mente activa y a prevenir el deterioro cognitivo. El aprendizaje del canto exige entrenarse diariamente y ejercitar nuestra memoria y aprendizaje.
Cantar de manera profesional corrige la posición de las vértebras cervicales y la hiperlordosis (el aumento de la curvatura de la columna).
“La combinación de canto y compromiso social produjo un sentimiento continuo de pertenencia y bienestar” – Tom Shakespeare, Alice Whieldon, University of East Anglia
Si queremos disfrutar de bienestar emocional y prevenir el deterioro cognitivo hoy día sabemos que es imprescindible mantenerse conectado. Cantar en un coro es una excelente oportunidad, para los jóvenes y, especialmente, para los adultos mayores.
Además, la música es una gran aliada para luchar contra la terrible enfermedad del Alzheimer. Encontramos evidencias positivas sobre el uso de la música en pacientes con esta enfermedad, aliviando la depresión, estimulando la función cognitiva y mejorando la calidad de vida.
Una fantástica iniciativa llevada a cabo por la Fundación Pascal Maragall demostró los beneficios que aporta escuchar música en las personas con deterioro cognitivo. El proyecto conocido como “Life Soundtrack, la música de mi vida” tiene por objetivo estudiar los beneficios que aporta escuchar música a las personas con deterioro cognitivo. La iniciativa surge del documental “Alive Inside” (2014) donde se muestra el efecto revitalizador de la música en personas con demencia.
La iniciativa se llevó a cabo por un grupo de estudiantes de secundaria. Diseñaron una intervención para evaluar el impacto que, una selección musical personalizada, tenía sobre las personas afectadas por demencia. El resultado fue la mejora en el estado emocional y conductual.
Cabe mencionar que este proyecto sirvió para concienciar sobre los beneficios de la música, así como, establecer vías de conexión entre dos generaciones.
La musicoterapia y otras terapias relacionadas con el canto están demostrando su efectividad. Una actividad muy placentera y agradable que recomendamos poner en práctica más a menudo.
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