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EL ÉXITO DE TU RELACIÓN DE PAREJA, EMPIEZA EN TI

La importancia de los valores en las relaciones de pareja


Las relaciones de pareja, como cualquier relación humana, hay que cuidarlas y mimarlas. A veces creemos que nuestro matrimonio o relación una vez consolidada, ya puede soportar cualquier cosa y aunque sin duda es un buen punto de partida, no es garantía de inmunidad ante los problemas, desencuentros o conflictos.


Una buena critica constructiva

Hoy en día muchas parejas deciden poner fin a sus relaciones por ser incapaces de superar las dificultades y obstáculos. Pero no sólo nos referimos a los problemas de dentro de la propia relación sino a cualquier otro que exista a su alrededor. Discrepancias en la crianza, enfermedad, familia política, problemas de comportamiento de alguno de los hijos… A una relación le afecta todo. Por utilizar un símil, podríamos decir que un matrimonio es como un saco de boxeo en el que impactan todos los golpes

Una de las claves para superar este tipo de dificultades es fortalecer la relación de pareja desde dentro. Es decir, que las dos partes implicadas estén comprometidas y alineadas con el objetivo común de tener una buena relación.



Ejercicio 1. Te proponemos que reflexiones sobre lo siguiente: 

¿Qué tipo de pareja soy?
¿Qué tipo de pareja me gustaría ser?
¿Coincide la pareja que soy con la que me gustaría ser?

Tener claro la pareja que te gustaría ser, tiene especial relevancia para que la relación funcione. La pareja que te gustaría ser está directamente relacionada con tus valores (paciente, honesto, amable, respetuoso, empático…) Analizar cómo quieres ser y cómo convertirlo en acciones, es el punto de partida para sentirte bien y tener una actitud constructiva en la relación. Los valores están en lo más profundo de nuestro ser y responden a lo realmente importante para nosotros. El problema es que cuantos más conflictos haya, más nos distanciaremos de dichos valores y eso se traducirá en acciones que probablemente perjudique tanto a la relación como a nosotros mismos. 


Ahora que ya has pensado un poco sobre el tipo de pareja que te gustaría ser, haz lo siguiente:



Ejercicio 2. Imagina que estás en tu 5º/10º/25º aniversario y habéis organizado una fiesta para celebrarlo. Tu pareja va a decir unas palabras sobre los años que ha compartido contigo. 

¿Qué es lo que te gustaría escuchar? ¿Cómo te gustaría que te 		describiera? Piensa en al menos 10 cualidades. 
¿Crees que estás actuando según esos valores?

El objetivo de estos dos ejercicios es que reflexiones sobre el papel que tienes en tu relación. No es raro en conflictos de pareja, que las culpas vayan de un lado hacia el otro pero sin responsabilizarse cada uno de su parte. Estamos convencidos que, en la mayoría de los casos, podemos acercarnos mucho a la relación que nos gustaría tener pero hay que empezar intentando ser la pareja que nos gustaría ser


Es importante tener en cuenta que los valores no son lo que “tienes o debes que hacer” se trata de lo que es significativo para ti. No son obligaciones, los valores son lo que quieres y eliges hacer y ser. Compartir valores con tu pareja es un buen punto de partida. Desde ahí es más sencillo negociar y flexibilizar para llegar a acuerdos. 

Actuar en consonancia con nuestros valores depende de nosotros únicamente, con independencia de como actúe la pareja. Es algo que controlamos por lo que primero te animamos a que te centres en los valores, actúes desde ellos y después, negocies o te comuniques con tu pareja. 


¿Qué valores crees que son importantes en una relación de pareja?


Aceptación, compasión, cuidado, conexión, contribución, justicia, bondad, respeto, franqueza, honestidad, integridad, confianza, empatía, generosidad… Son muchos los valores que son relevantes para el buen funcionamiento de una relación de pareja, pero las investigaciones han determinado que estos tres son los pilares del verdadero éxito: 


  1. Contribución: favorecer la salud, el bienestar y la calidad de vida de la pareja.

  2. Amor: preocuparse por los sentimientos, la felicidad y la vitalidad de la pareja.

  3. Conexión: conectar profunda, íntima y plenamente con la pareja. 


Y como lo importante son los hechos, te proponemos este ejercicio para trabajar los valores a través de pequeñas acciones con el fin de mejorar tu relación



Ejercicio 3. Escoge uno o varios valores que sean importantes para ti y piensa maneras de materializarlos mediante palabras, gestos, físicamente… Una vez lo tengas claro, llévalo a la práctica y observa cómo te sientes y el efecto que tiene en tu relación. 

Pongamos varios ejemplos: 

Amor: decir “te quiero”, dar un abrazo y un beso al salir de casa, preguntar cómo se encuentra…

Conexión: escuchar sin juzgar, interesarse por sus necesidades, agradecer un consejo dado, decir que puede contar contigo…

Respeto: dar puntos de vista sin herir, apoyarle ante una discusión con los hijos, validar sus emociones y pensamientos, mirar a los ojos mientras se habla…

Contribución: decir “estoy para lo que necesites”, dar un masaje, dejar dormir más el fin de semana, cocinar algo saludable…


Esperamos que con este artículo hayas podido reflexionar y tomar conciencia sobre cuáles son tus valores y si tu comportamiento está alineado con ellos o no. Toma un papel activo en tu relación y trabaja para convertirte en la pareja que te gustaría ser. 


Fuente consultada: Act with love. Russ Harris. 


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