Cómo programar adecuadamente las actividades extraescolares de nuestros hijos
El curso escolar ya ha comenzado y llega el momento para todos los padres de pensar y elegir las actividades extraescolares que realizarán sus hijos durante el curso, decisión que no siempre es fácil si queremos conseguir un buen equilibrio entre horario escolar, actividades extraescolares, tiempo libre y descanso.
Mediante el presente artículo pretendemos facilitaros una serie de recomendaciones a la hora de programar las actividades extraescolares de vuestros hijos.
Las actividades extraescolares son una gran opción para que nuestros hijos se diviertan, aprendan, se desarrollen y hagan amigos en el mismo colegio con otros de sus compañeros o fuera del mismo. También ayudan a los padres a conciliar el trabajo y la vida en familia. En estas actividades, los niños pueden descubrir y fortalecer diversas habilidades, aprender valores como la responsabilidad y el esfuerzo, e incluso mejorar en aquellas materias en las que puedan necesitar un pequeño empujón por lo que pueden ser de ayuda para su aprendizaje. Además les enseñan a gestionar el tiempo de que disponen en función de sus actividades.
Es importante tener en cuenta que ofrecer a nuestros hijos una gran cantidad de actividades fuera de su horario escolar puede conllevar cierto estrés o agobio por lo que organizar las tareas extraescolares de manera eficaz implica un equilibrio entre aprovechar sus beneficios y mitigar posibles inconvenientes.
A continuación, os ofrecemos algunos criterios clave para organizar este tipo de actividades:
1. Equilibrio entre estudios y ocio
- Prioridad académica: Las tareas extraescolares no deben interferir en el rendimiento escolar. Es fundamental que tanto los padres como los niños demos prioridad siempre a los deberes y al estudio, teniendo claro que este tipo de actividades son un complemento que nunca debería perjudicar a su rendimiento académico.
- Tiempo Libre: Los niños necesitan tiempo para relajarse, hacer ejercicio físico, socializar y jugar. Debemos evitar sobrecargarles con actividades tras la escuela.
2. Intereses del niño
- Pasión y motivación: A la hora de seleccionar este tipo de actividades es recomendable que se haga de manera consensuada entre los padres y el niño, teniendo en cuenta sus posibles necesidades pero también sus preferencias, así como sus talentos y fortalezas con el objetivo de desarrollar al máximo su potencial. Por lo que os invitamos a mantener con vuestros hijos una comunicación activa y abierta sobre este tema.
Elige actividades que realmente interesen al niño. Fomentar sus hobbies aumenta la motivación y el compromiso.
A la hora de elegir, también hay que tener en cuenta las necesidades académicas que en ocasiones nos llevarán a optar por actividades de refuerzo en materias escolares.
- Variedad: Es bueno combinar actividades deportivas, artísticas y académicas ya que les proporciona un desarrollo integral y mantiene su interés.
3. Desarrollo de habilidades sociales
- Es recomendable elegir actividades que promuevan la colaboración con otros niños y refuercen valores como la empatía y la comunicación tan importantes para su desarrollo personal.
- Las actividades en grupo fomentan habilidades sociales y la capacidad de trabajo en equipo, aspectos de vital importancia en la formación integral del niño.
4. Desarrollo físico y mental
- Ejercicio físico: Los niños y jóvenes necesitan moverse, hacer ejercicio, liberar tensiones y generar hormonas que contribuirán a que se sientan mejor. Las actividades deportivas o que incluyan movimiento son muy beneficiosas para su salud física y emocional.
Puedes ampliar información sobre este tema en nuestro artículo El ejercicio físico: un activador de la felicidad
- Desarrollo cognitivo: Por otro lado, actividades como música, pintura, ajedrez o robótica fortalecen su pensamiento lógico y creativo.
5. Carga horaria razonable
- Hay que partir de la base de que cada familia es diferente y no es lo mismo organizar las actividades extraescolares de un niño que asiste al colegio solamente en horario de mañana que las de aquel que sale a las cinco de la tarde. También debería cambiar el enfoque si se trata de niños con resultados académicos buenos o si de lo contrario son niños con un menor rendimiento.
Sobrecargar con demasiadas actividades extraescolares a nuestros hijos puede llegar a tener consecuencias negativas para ellos como ansiedad, saturación o bajo rendimiento académico.
- Flexibilidad: Si una actividad deja de interesar o resulta estresante es recomendable que consideremos unas vez estudiadas las circunstancias si conviene modificar el plan establecido, pero no a capricho del niño.
Si tuviéramos que dar respuesta a la pregunta ¿Existe un número de actividades recomendado para nuestros hijos? ó ¿Cuántas son demasiadas? Habría que decir que no hay una respuesta que sea correcta al cien por cien, ya que cada niño es un mundo y cada familia tiene sus propias circunstancias.
Lo que sí podemos afirmar es que es imprescindible que nuestros hijos cuenten, dentro de su horario diario, con tiempo para jugar, desconectar de todo y descansar. No debemos olvidar que el tiempo libre y el descanso son factores fundamentales que influyen en la salud mental de los menores.
6. Involucración familiar
- Seguimiento: Los padres hemos de estar al tanto del progreso y el bienestar del niño en sus actividades. Por lo tanto conviene que estemos alertas a las señales que nos puedan llevar a pensar, por ejemplo, que haya una sobrecarga de actividades, signos como pueden ser: fatiga constante, irritabilidad, disminución del rendimiento académico o cambios bruscos en su comportamiento, entre otros, momento en el que sería adecuado evaluar la situación y tomar las medidas que sean necesarias.
No obstante, hay que procurar elegir bien, no únicamente en base a lo que al niño le apetece, también en función de sus talentos, sus fortalezas, a su disponibilidad de tiempo y a su personalidad. Una vez que todos estos aspectos han sido evaluados y se ha elegido una determinada actividad es muy importante mantenerla con constancia y responsabilidad.
No caer en el error de permitir que nuestro hijo abandone prematuramente la actividad ante las dificultades que todo aprendizaje conlleva. De esta manera lo que conseguimos es que el niño no se comprometa con lo que está haciendo y se rinda ante las más mínima dificultad o porque en una clase no se lo pase tan bien como esperaba. Debemos pues estar atentos y valorar todo según cada caso.
- Apoyo emocional: Mostrar nuestro interés y participar en los eventos o logros de las actividades extraescolares refuerza la autoestima del niño. Tenemos que acompañar a nuestros hijos, animarles, darles apoyo y ser parte de su día a día en los momentos en los que sea posible: asistir a concursos, torneos deportivos, exposiciones, espectáculos en los que tomen parte es un buen modo de que vean que sus padres están a su lado y les apoyan, repercutiendo positivamente en su motivación y aumentando su propia autoestima.
A modo de resumen os dejamos a continuación algunos de los beneficios que las actividades extraescolares pueden suponer para niños y adolescentes así como posibles inconvenientes que pueden conllevar y cómo hacerles frente.
Beneficios
Desarrollo de habilidades sociales.
Mejora de la autoestima y confianza.
Fomento de la disciplina y la responsabilidad.
Estímulo para el trabajo en equipo y la cooperación.
Reducción del tiempo en pantallas o actividades sedentarias.
Posibles inconvenientes
Sobrecarga de tiempo.
Estrés o agotamiento.
Falta de la atención necesaria a las tareas académicas.
El objetivo es que las actividades extraescolares complementen la educación formal y contribuyan al bienestar integral del niño.
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