Cómo enseñar a los hijos el valor de la paciencia: Menores de 6 años
1. Gusanos de seda. Son inofensivos y se puede ver el proceso de crecimiento y evolución. La metamorfosis que se produce es una buena forma de ejercitar la paciencia. Además es una manera de que entren en contacto con la naturaleza y con el cuidado de otro ser vivo.
2. Plantar una planta. Les divierte y requiere paciencia. Escoged lo que queréis sembrar (flores, tomates, fresas… o simplemente unas semillas de legumbre en un algodón húmedo) y una vez plantado, id observando el proceso de crecimiento. Les ayuda a integrar la idea de que las cosas llevan un ritmo propio y que no siempre se puede alterar dicho ritmo a nuestro antojo.
3. Uso del reloj/sonido. El concepto del tiempo no lo entienden bien con esta edad. Esto puede desencadenar momentos de frustración y tensión en casa. Para ayudarles puedes apoyarte en distintos elementos:
a. El movimiento de las agujas del reloj. Por ejemplo: “cuando la aguja grande llegue aquí (si aún no saben los números) o al 6, nos vamos al parque”.
b. Canciones, sonidos, temporizadores… “cuando acabe esta canción o suene el timbre, jugamos al balón”
4. Puzles. Este tipo de actividad precisa de concentración y calma. Ejercitan la paciencia, sus habilidades de concentración y visoespaciales al mismo tiempo que se divierten. Cuando se hace un puzle hay que observar las distintas piezas, compararlas con el modelo, elegir las que van encajando… Un proceso más o menos largo antes de conseguir la meta que es ver la imagen completa.
Es importante escoger puzles ajustados a la edad del niño para que no sean muy complicados y se frustren o que por el contrario sean tan sencillos que se aburran.
5. Esperas pequeñas y tolerables. A partir de los 2 años se pueden introducir pequeñas esperas en el día a día. Se puede hacer de forma aleatoria y espontánea. El fin es que interioricen que la inmediatez no siempre es posible y que al mismo tiempo aumenten la tolerancia a las esperas. Por ejemplo: tardar un poco más en preparar el desayuno, esperar unos minutos para ir a leer el cuento antes de dormir…
En este periodo evolutivo son frecuentes las rabietas. Es normal que en el periplo de educar en la paciencia pueda aparecer alguna explosión de frustración o enfado. En estos casos nuestra recomendación es que no cedas y que mantengas el plan inicial. Si para que pare su rabieta sucumbes, aprende que esa es la forma de presionar. En este punto es importante que tú te trabajes tu propia paciencia también para mantener el control.
OTROS RECURSOS
Libros y cuentos:
Autores: Alice Le Hénand y Thierry Bedouet
Editorial: Edelvives
Edad: de 0 a 3 años
Con partes deslizantes, que le encantan a los pequeños, y ayudados de ejemplos muy cotidianos, se introduce el concepto de la paciencia de manera entretenida.
Autores: Efrat Haddi
Editorial: CreateSpace Independent Publishing Platform
Edad: A partir de 3 años.
El abuelo de Daniel le regala las “semillas mágicas de la paciencia” y le da un consejo que Daniel decide seguir. Una lectura sencilla que aterriza el concepto de la paciencia para que hasta los más pequeños puedan entenderlo.
Una historia sobre una bruja que no tenía paciencia. Poco a poco va entendiendo que las cosas no siempre van al ritmo que ella quiere y que la paciencia y la perseverancia son dos buenas aliadas para conseguir lo que quiere.
Un breve relato sobre una zorra que comió tanto que se quedó atrapada. Se puede hablar sobre la paciencia, la impulsividad o la importancia de gestionar la ansiedad.
Un niño tiene una semilla de zanahoria y aunque todos le dicen que no brotará, él no se desanima y la planta. Un breve cuento sobre la perseverancia y la paciencia.
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