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¿Cómo educar y ser ejemplo de amistad?



En el artículo "¿Qué entendemos por amistad?" hemos hablado sobre cómo la amistad juega un importante papel en el bienestar de nuestros hijos. En este artículo te daremos las pautas generales que necesitas comenzar a aplicar como padre o madre para servir de ejemplo en su educación.

 

Como siempre decimos, los primeros aprendizajes se dan en la familia. Si en casa somos ejemplo de amistad o si enseñamos a forjar relaciones respetuosas y de apoyo, nuestros hijos interiorizaran estos conceptos y valores con mayor facilidad.


A continuación os damos algunas ideas:


1. Mantén el contacto con tus amistades


Entre la familia, el trabajo y las obligaciones el espacio para los amigos se reduce considerablemente. Este hecho no es malo ni mucho menos, las prioridades cambian y sobre todo, el tiempo es limitado. Nuestra recomendación es que trates de cultivarlos. Una merienda o comida a la semana en la que juntáis las familias, celebración de cumpleaños, practicar algún deporte juntos, llamar por teléfono con frecuencia… Estas tradiciones te ayudarán a conservar ese vínculo y a mostrar el compromiso que implica la amistad. A muchos padres les resulta tedioso estar todo el fin de semana dedicados a los hijos. Para ambas partes puede se ser muy saludable hacer planes con amigos que tengan hijos de la misma edad. Los adultos disfrutan y los niños están con amigos también, haciendo planes y juegos infantiles. A veces asusta tener que “organizarlo”, pero puede ser algo muy sencillo y gratificante.



2. Trata bien a tus amigos


Relacionarte con tus amigos con respeto es muy importante. Si tus hijos ven que hablas o tratas mal a una persona a la que llamas “amigo”, les llegará un mensaje confuso y ambiguo. Por el contrario, si perciben que te preocupas por ellos y les ayudas, aprenderán cómo comportarse y cómo estrechar lazos sinceros.



3. Ofrece oportunidades para que estrechen sus relaciones


Aunque pasan gran parte de su tiempo en el colegio y por tanto, con sus compañeros, no siempre hay espacio para conocerse y profundizar en las relaciones. Por eso es importante fomentar y animar a que participen en actividades o eventos fuera del horario escolar. Cumpleaños, campamentos, fiestas de pijama, deportes… Estos momentos son perfectos para socializar, definir gustos y para aprender nuevas habilidades sociales y afectivas, siempre bajo la supervisión relajada de los adultos.



4. Fomenta la empatía


No puede existir la amistad sin empatía. Promueve la empatía en casa para que luego puedan ponerla en práctica con sus amistades y con el resto de sus relaciones. Si son capaces de ponerse en el lugar de los demás, de comprenderlos y de entender cómo son realmente, se forjaran relaciones sanas y fuertes.



5. Enseña a resolver conflictos


Al igual que ocurre con cualquier relación humana, no hay amistad sin conflictos. Tener la habilidad para resolver problemas es esencial para que la relación soporte, e incluso salga fortalecida, tras las disputas, malos entendidos o discrepancias. Cuando tu hijo te cuente una situación conflictiva, anímale a buscar una forma de resolverla y ayúdale a comunicarse amablemente con su amigo.


Normalizar que los amigos también discuten y que pueden tener visiones diferentes, les ayudará a responder a estos eventos desde la calma y no desde la ansiedad.



6. La amistad empieza en casa


Las primeras experiencias de amistad suelen producirse con los hermanos. Si tienes varios hijos comprobarás como se genera una relación muy similar a la que tienen con otros chicos de su edad porque es probable que compartan gustos, experiencias, necesidades…


En la relación con los hermanos o primos se aprende a discutir, a compartir, a negociar, a confiar, a empatizar y un sinfín de habilidades y valores que sin duda serán muy útiles en relaciones futuras. Nuestro consejo es que dejes que tus hijos tengan espacios de socialización libre en casa. Mantente a un lado de vez en cuando y permite que ellos desarrollen todas estas destrezas en un espacio seguro como es el hogar.



7. Educa en valores


La amistad se sustenta en otros muchos valores sin los cuales ésta no sería posible. Respeto, tolerancia, amor, responsabilidad, confianza, pensamiento crítico, altruismo…



8. Cuida y mima tus relaciones


El punto de partida es descubrir el lado bueno de las personas. Quizás esto no siempre salga de forma espontánea pero merece la pena hacer un esfuerzo. Observa lo que se le da bien, los gestos positivos que tienen hacia ti o hacia los demás, los valores con los que te identificas… Por otro lado, cuida a tus amistades elogiándolas, demostrando un interés sincero por ellas, siendo amable, escuchándoles y ofreciendo tu ayuda, pasando tiempo con ellos… Y por último, cuando surjan problemas, intenta resolverlos de forma constructiva y perdonando cuando sea necesario.


Ser imaginativos en las actividades para favorecer la amistad y la socialización es muy importante. A veces nos limitamos a lo conocido y caemos en rutinas como las visitas burguer o las comidas rápidas. Es cierto que en ocasiones el cansancio nos frena un poco pero podemos encontrar otras alternativas más interesantes como por ejemplo excursiones por la naturaleza y picnics, caminar, cocinar juntos, participar en grupos educativos de padres hijos, scouts, grupos parroquiales, clubs deportivos o sociales, grupos de montaña…


 

Más sobre el tema...


2. ¿Cómo educar y ser ejemplo de amistad? (estás aquí)


Si te interesa puedes descargarte la Guía Completa o leer cada uno de los artículos.


 

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