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¿Cómo educar en una vida de propósito desde el ejemplo?



Nuestra primera recomendación para educar en una vida con propósito tiene que ver, como siempre, con educar desde el ejemplo. Por eso, te proponemos que te tomes algo de tiempo para reflexionar sobre tus propósitos nobles, para indagar sobre tu sistema de valores a partir de algunas preguntas que hemos rescatado del libro “La trampa de la felicidad”. Están elaboradas por su autor, el psicólogo Russ Harris, que nos presenta una útil guía de reflexión. Te sugerimos que tomes unos minutos para responder a las cuestiones que Harris propone, ya que pueden ayudarte a clarificar tus principios personales y familiares. Puedes encontrar el cuestionario al final de nuestra guía.


¿Cómo puedes aprovechar esta enriquecedora actividad reflexiva? Podéis responder a las preguntas ambos padres por separado y luego poner las respuestas en común. Os ayudará a conocer mejor vuestras inquietudes y objetivos personales y de familia.


Una vez clarificados tus valores y habiendo reflexionado sobre tus propósitos personales y familiares, estarás más preparado para lograr compartirlos y educar a los hijos en función de ellos. Te mostramos algunas claves a continuación.



Respecto a tu propósito de crecimiento personal…


1. Ejercita tus valores, aquellos sobre los que acabas de reflexionar, y dirígelos a tus objetivos. Pon en práctica el esfuerzo de actuar conforme a ellos cada día. Practica la gratitud, la admiración y el perdón. Su desarrollo puede tener beneficios sorprendentes en tu vida, ayudándote a ser una persona más feliz y compasiva. Orientarte a ellos te ayudará a entender que la vida es como un viaje en el que podemos dirigirnos paso a paso hacia nuestros mejores objetivos personales, pero disfrutando del camino y sus adversidades, que no son sino una oportunidad de aprendizaje. Te animamos a reflexionar sobre el mensaje que (en relación al sentido de la vida) nos proporciona el conocido poema de K. Kavafis, “Viaje a Ítaca”.


2. Establécete metas personales que te ayuden a mantener buenos hábitos, incluso después de haberlas alcanzado. Piensa en tu vida como ese viaje cargado de oportunidades de crecimiento personal, cambio y aprendizaje. Durante el trayecto, date permiso para equivocarte y para buscar alternativas a tus problemas.


3. ¿Conoces las ventajas de la meditación? Su práctica, en especial en algunos formatos como la meditación basada en la compasión (CBI) o la meditación de bondad amorosa (LKM), ayuda a cultivar emociones positivas hacia uno mismo y hacia los demás. Algunos estudios científicos han valorado su relación con el envejecimiento, encontrando que estas prácticas ralentizan el acortamiento de los telómeros, responsables del envejecimiento cerebral, contribuyendo también a aliviar algunos problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad o el estrés postraumático.



Respecto al propósito de ser mejor padre y compañero…


1. Cuida de tus hijos. Dedícale tu tiempo y esfuerzo a la fascinante tarea de educar conscientemente. Puede ser muy gratificante y enriquecedor.


2. Practica la admiración y el asombro. ¿Cómo podemos mejorar nuestra conexión con el mundo y disfrutar de él? ¿Verdad que en ocasiones nos dejamos llevar demasiado por nuestras preocupaciones puntuales, desatendiendo lo importante y trascendente? Una buena manera de sentirnos más conectados con el mundo y menos enfocados en nuestras necesidades personales puntuales es practicar la admiración y el asombro. Algunos estudios demuestran que las personas que se sienten cautivadas y admiradas por su entorno, por la naturaleza, por la música, las obras de arte o incluso por las personas que les rodean, experimentan cambios muy positivos en sus estructuras cerebrales, y estos cambios los llevan a tener un mejor estado de ánimo. Practicar la admiración nos ayuda a trascender los problemas cotidianos y a reducir nuestros niveles de estrés. A través de la admiración somos capaces de salir de nuestro propio enfoque e involucrarnos más con el mundo exterior, con lo realmente importante. ¿Has probado a practicar la admiración hacia tus hijos?


3. Cuida tus relaciones personales y familiares. Una de las claves fundamentales para el bienestar y la felicidad es la conexión social con otras personas de nuestro entorno. Cuidar nuestras relaciones íntimas es una fuente de realización personal. Ya desde la filosofía griega se reconoce la naturaleza social del ser humano y el cultivo de la amistad como una gran fuente de realización personal. La psicología actual también reconoce su importancia. Son muchos los autores que reconocen que cultivar nuestras relaciones íntimas, de pareja, de amistad, de familia son una de las claves importantes para tener una vida plena y feliz. Cultivar relaciones de amistad fomenta nuestra empatía y hace que pongamos en práctica nuestros mejores valores. La amistad limita la arrogancia y nos ayuda a desarrollar nuestra conciencia de lo que somos y lo que queremos llegar a ser. Por ello uno de nuestros consejos es que como padres cultivemos nuestras relaciones personales, además de animar a nuestros hijos hacerlo. ¿Sabías que se necesitan al menos 120 horas para cultivar una amistad verdadera? Encontrar tiempo para dedicarle a nuestros amigos a veces no es tan sencillo, pero siempre vale la pena.


Respecto al propósito de dedicarte a los demás y dar lo mejor de ti…

1. Cultívate a ti mismo y compártelo. Dedica tiempo a cuidar de ti mismo y cultivar tu interior. Alimenta aquello que te apasiona y da sentido a tu vida. Enfréntate al mundo con una actitud de aprendizaje, con apertura y humildad que te ayuden a crecer. Busca la manera de compartir tus habilidades y conocimientos con los demás, en especial con tu familia y los más cercanos.


2. Aprovecha tu tiempo de forma sabia y dedícalo a los demás y a ti mismo. Para muchos psicólogos, el tiempo es uno de los bienes más preciosos que puede tener un ser humano. Se trata del mejor regalo, tanto si lo entregas como si lo recibes.


3. Dedícate a los que te rodean. Dar a los demás y a este mundo lo mejor de ti mismo te ayudará a sentirte más satisfecho con la vida y por lo tanto a ser más feliz. Contribuir a la felicidad de las personas cercanas puede ser nuestro pequeño granito de arena para cambiar el mundo. Además, practicar la bondad, hacer cosas amables por otros contribuye a dar un mayor sentido a nuestro propósito en la vida. Esta actitud de entrega mejora nuestra salud mental e incluso nuestra salud física.


4. Implícate en una causa y comprométete con ella en la medida de tus posibilidades. Practica el activismo y el voluntariado. Servir o ayudar a los demás es una manera de reconocer nuestro lugar en el mundo y de dotar de sentido a nuestras vidas. Muchas personas ilustres, brillantes y creativas de nuestra época son un ejemplo de ello. Bill Gates, por ejemplo, es conocido por sus actividades filantrópicas y su contribución económica para erradicar problemas muy graves, como la malaria o la polio. Está tan concienciado del legado que pretende dejar que en 2009 creó una organización llamada “The Giving Pledge” (La Promesa de Dar) en la que, junto a otras personas poderosas, busca que los multimillonarios del mundo donen a causas benéficas al menos la mitad de su fortuna. El actor Kirk Douglas, fallecido a la edad de 103 años, donó prácticamente la totalidad de su fortuna a causas benéficas. En España, el empresario Amancio Ortega es muy conocido por su dedicación a causas altruistas relacionadas con las enfermedades graves y la salud, así como por sus espléndidas aportaciones a la Sanidad Pública. Por ejemplo, en la reciente crisis del coronavirus su generosidad ha permitido a muchos sanitarios y pacientes disponer de recursos indispensables.


Con todos estos consejos puede que hayas conseguido ya un hermoso propósito: ser buen padre, dar lo mejor de ti mismo a los demás y aportar tu granito de arena a este mundo (cultivando tu crecimiento personal). Ahora te preguntarás cómo transmitir todos estos valores a los hijos y cómo practicar este valor en familia. He aquí algunas recomendaciones más concretas que te pueden ayudar a no alejarte de tus propósitos y a conducir a tus hijos en su búsqueda y realización personal.


  • Habla con tus hijos sobre la felicidad y la vida con sentido. Consulta nuestro resumen de ideas que no pueden dejar de conocer los niños respecto al concepto de felicidad.


  • Instaura tiempo de calidad en tus relaciones familiares. Huye de la dependencia de tu teléfono inteligente y anima a tu familia a que también lo haga. Las nuevas tecnologías pueden hacer que estemos conectados con otras personas que están lejos de nosotros. Un claro ejemplo ha sido su utilidad para comunicarnos en los confinamientos originados por la crisis del COVID-19. Sin embargo, el abuso de estas mismas herramientas hace normalmente que las interacciones “de tú a tú” entre personas sean menos agradables. Se ha estudiado cómo el uso de los teléfonos móviles tiende a aislar a las personas en sus interacciones sociales, puede afectar al humor y también a la satisfacción de dichos encuentros. En ocasiones, estar pendiente de nuestro teléfono nos pude impedir participar plenamente del momento presente. Hay estudios que dicen que estas situaciones llegan a disminuir la autoestima, principalmente en los adolescentes, y hacen que nos sintamos menos satisfechos con la vida. Por eso, te recomendamos prescindir de estos recursos en ciertos momentos familiares, convirtiéndolos así en tiempo de dedicación plena a las personas que tenemos a nuestro alrededor.


  • Cultiva tus propósitos en familia. Toma decisiones sobre la vida que quieres vivir. Explícales a tus hijos cuáles son tus metas u objetivos personales, invitándoles a que expongan las suyas propias y vayan madurándolas poco a poco. Adopta una actitud humana, humilde y respetuosa.


  • Valora la importancia de los momentos difíciles. Las adversidades muchas veces suponen una gran oportunidad para que los hijos valoren lo que realmente es importante. Que tu hijo se enfrente a retos o situaciones difíciles hará que ponga en marcha mecanismos y habilidades para enfrentarse a ellas. Los problemas, su interpretación y superación, traen consigo casi siempre aprendizaje importantes y contribuyen a clarificar los valores personales. Además, las situaciones adversas o los eventos importantes pueden motivar a los niños y orientarles a descubrir su propósito en la vida, enfocándose a sus valores. Por ejemplo, un niño que presenció el incendió de su casa consiguiendo rescatar a su hermano pequeño, decidió meses después que su vocación en la vida era ser bombero. Y en la actualidad lo es.


  • Educa desde el ejemplo. Comparte con ellos tus prácticas de gratitud, perdón y generosidad. El ejemplo es tu arma más poderosa para educar.


  • Busca actividades personales o familiares que te impliquen en la ayuda a los demás, en enseñar lo que sabes, compartir… Encontrarás recomendaciones más específicas para tus hijos en los apartados por edades. A modo de ejemplo, puedes leer algo más sobre la iniciativa “Abuelitas en la nube”. Se trata de un voluntariado en el que personas mayores de todo el mundo dedican su tiempo y su didáctica a leer cuentos a niños de entornos desfavorecidos a través de internet. También puedes buscar información sobre cómo poder participar en iniciativas de tu zona: comedores sociales, ONGs locales, fundaciones benéficas…


  • Promueve la austeridad en favor de buscar la felicidad interior. Evita la persecución de bienes materiales como única fuente de felicidad personal. Puede hace caer a los hijos en el consumismo y hacerles desdichados. Un consumo educado y moderado evitará que los niños se sientan vacíos cuando no consigan tener los objetos que desean. Su felicidad se trasladará a aspectos más relacionados con su mundo interior y sus valores. Puedes consultar nuestra guía específica sobre el valor de la austeridad para encontrar consejos más concretos para este valor.


  • Fomenta las relaciones de tu familia con personas diferentes. Aprender de personas que viven en otros países porque tienen diferentes culturas puede ser muy gratificante y enriquecedor. Hay estudios que demuestran que la relación con personas diversas contribuye a un mayor bienestar en general. Esta apertura al mundo puede desarrollar una mayor confianza social y una visión más global de la humanidad. La diversidad nos puede hacer más generosos y ayudarnos a identificarnos con personas vulnerables que nos puedan hacer comprender el sentido de nuestras vidas. El contacto con otras culturas puede desarrollar también nuestro altruismo.


En las secciones siguientes te presentamos algunas propuestas y recursos específicos para las diferentes edades.


Si te interesa leer algún libro sobre el tema, consulta nuestra sección de recursos para adolescentes y adultos. Encontrarás propuestas interesantes.


 

Más sobre el tema...


3. ¿Cómo educar en una vida de propósito desde el ejemplo? (estás aquí)


Si, además, quieres transmitir el valor del propósito a tu familia, te animamos a que continúes leyendo la guía completa.


 

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