Cómo dar herramientas y fortalecer a tu hijo frente al acoso escolar. Primera causa de suicidio entre los adolescentes
En nuestra página Educamos en Familia encontrarás diversos artículos y guías para afrontar el preocupante problema del acoso escolar, que va en aumento cada día y que, sin pretender ser catastrofistas, es la principal causa de suicidio entre adolescentes.
El suicidio es una de la primera causa de muerte en jóvenes y adolescentes entre 12 y 29 años. Un informe sobre el suicidio en los jóvenes españoles muestra un incremento de los casos entre los 12 y los 17 años del 32%.
Investigaciones recientes muestran que otras consecuencias a largo plazo del acoso escolar incluyen un mayor riesgo de depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, abuso de sustancias y comportamiento autodestructivo.
El "acoso escolar" es definido como “un comportamiento agresivo no deseado y repetido en el que un niño o adolescente utiliza el insulto o la agresión física, la difusión de información embarazosa o impopular, la exclusión del círculo de amigos, entre otras conductas, para controlar o dañar a otros niños.
Posibles Causas
Te preguntarás cómo un niño o adolescente puede hacer algo tan cruel. Algunas explicaciones apuntan a que de este modo se siente poderoso y puede sentirse admirado por algún otro compañero. Todos necesitamos sentirnos con poder y control en nuestras vidas y si no tenemos acceso al poder de manera saludable: mediante un buen rendimiento escolar, logros en el deporte, cultivando valores (voluntariado, ayuda a los más débiles…), responsabilidades en el aula, liderazgo positivo en el aula, práctica del esfuerzo y el autocontrol, puede ser difícil resistirnos a usarlo de manera no saludable. Y para un niño o adolescente, si a menudo se siente impotente en su vida, el abuso de poder mediante el acoso puede resultar tan poderoso como una droga. Una vez más el cultivo de los valores (compasión, solidaridad, esfuerzo y responsabilidad, etc, etc) son un importante antídoto contra el acoso.
Tampoco es desdeñable la terrible violencia a la que se ven expuestos nuestros niños y jóvenes desde temprana edad en los diversos medios de ocio y comunicación (películas, videojuegos…noticias...) Y sabemos que la imitación, y más si se trata de un ídolo, es poderosísima para generar comportamientos.
Haber sido víctima de maltrato también puede ser un antecedente importante.
Desafortunadamente, los niños que están sufriendo a menudo lastiman a otros niños. Si alguien lo ha humillado, amenazado o lastimado puede responder queriendo humillar, amenazar o lastimar a otra persona. No olvidemos el poder de la imitación como forma de aprendizaje. Y además, acosar a otra persona puede ayudarlo a sentirse un poco mejor por un corto tiempo.
La familia desestructurada y la falta de un entorno de amor y de apoyo también están relacionadas con un aumento de la violencia y diversos problemas de conducta.
Cómo todo padre, te preguntarás si puedes proteger a tu hijo del acoso y tratarás de hacer todo lo posible para conseguirlo. Legítimo y noble deseo.
Lamentablemente, no puedes evitar que sufra intentos de acoso del matón de turno, pero si puedes prepararle para protegerse y afrontarlo con éxito. Puedes ayudarle a empoderarse, volverse más resiliente y saber afrontar estas duras experiencias para crecer y ser un modelo y ayuda para otros niños.
Empoderar y fortalecer a tu hijo frente al acoso escolar es clave para su bienestar emocional y su capacidad para enfrentar desafíos.
¿Cuándo debo empezar a preocuparme por el acoso y preparar a mi hijo?
El acoso escolar comienza en la edad preescolar y se vuelve más generalizado a medida que los niños crecen. Según una investigación, en la actualidad entre el 40 y el 80 por ciento de los estudiantes de secundaria admiten participar en conductas de acoso, por lo que claramente nuestra cultura tiene cierta responsabilidad en la omnipresencia del acoso escolar. Muchos niños se describen a sí mismos como víctimas de acoso, pero también como acosadores de otros.
La buena noticia es que puedes ayudar tu hijo a desarrollar las habilidades necesarias para hacer frente a la conducta acosadora y evitar que se convierta en un acosador.
¿Qué puedes hacer? Algunos consejos prácticos para ayudar a tu hijo:
1. Enseña a tus hijos a ser compasivos y respetuosos desde que son pequeños, siendo un padre modelo de estos valores
La forma más eficaz de evitar que los niños sufran acoso y se conviertan en acosadores es asegurarse de que crezcan en relaciones de amor y respeto, en lugar de relaciones en las que se utilice el poder o la fuerza para controlarlos. Lo que no significa que no deban respetar normas y límites.
Si le pegas, tu hijo aprenderá que la violencia física es la forma de responder a los problemas interpersonales Pegar no es castigar. Las investigaciones han demostrado en repetidas ocasiones que disciplinar físicamente a un niño está relacionado con que utilice la violencia física en un futuro.
Si te descontrolas y te muestras agresivo y violento, le estás enseñando a tu hijo que a veces está bien faltarles el respeto a otras personas. Por el contrario, si tiendes a expresar tu punto de vista y manifestar y defender tus necesidades de forma amable y asertiva, serás un modelo adecuado para tu hijo. Él te observa en todo momento y para él eres un ídolo importante. Mantén el respeto por los demás, y sé el modelo de tratar a todos con respeto, incluso cuando no estés de acuerdo.
Sabemos que eres humano y no siempre vas a poder comportarte así. Cuando esto ocurra, pedir disculpas y reconocer tu debilidad es también algo que puedes enseñar a tu hijo.
2. Mantente conectado con tu hijo y sé un fuerte apoyo para él, en todo momento
Los niños solitarios tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso escolar. Además, a menudo se avergüenzan de que los acosen, por lo que dudan en decírselo a sus padres. Si tu hijo sabe que siempre lo escucharás y que cuenta con tu apoyo, es más probable que hable contigo sobre las dificultades por las que atraviesa.
Una relación de confianza y buena comunicación entre padres e hijos es un caldo de cultivo de virtudes y fortalezas.
3. Escucha a tu hijo sin juzgarle
Proporciónale tiempo, espacio y escucha activa para que te cuente lo que le está pasando. Asegúrate de que se sienta comprendido y no culpable por la situación. Esto fomenta la confianza para que comparta contigo sus experiencias sin miedo y desde el primer momento.
Puedes sacar este tema en las reuniones familiares para habituaros a hablar de ello y que encuentren un apoyo en la familia.
4. Explícale cómo funciona la dinámica del acoso escolar
Explícale qué es el acoso escolar y que no es su culpa. Hazle entender que el acoso es un comportamiento incorrecto del agresor.
Todo niño o joven merece ser tratado con respeto.
Estas consideraciones pueden ayudarle a no internalizar la culpa.
Es fundamental hablar de este tema con cada niño ANTES de que pueda ser objeto de acoso, para que pueda defenderse con éxito cuando un acosador lo “ponga a prueba” por primera vez.
Las investigaciones demuestran que los acosadores empiezan con el acoso verbal. La forma en que la “víctima” responde a la primera agresión verbal determina si el acosador continúa atacando a ese niño en particular. Si la agresión le da al acosador lo que busca (una sensación de poder por haber logrado presionar al otro niño, lo que puede percibir por el bloqueo o el miedo en su víctima), la agresión generalmente aumentará. Por lo tanto, enséñale a tu hijo que todo acosador busca una reacción, por lo que cuanto más pueda mantener la calma, más probabilidades hay de que el acosador deje de provocarlo.
5. Al grano. ¿ Cómo puedo hacer?, ¿Cómo actuar frente al acosador?
5.1. Enseña a tu hijo la autoafirmación respetuosa.
Los niños necesitan saber que pueden defender sus derechos y al mismo tiempo ser amables y respetar a los demás. Enséñale como cortar desde el minuto 1, cómo responder ante el acoso. Recuerda que el acosador continuará el acoso en función de cómo le responda el acosado. Un acosado firme y seguro no dará pie al acosador a seguir.
5.2 Mantener la calma
Es fundamental que el niño intente mantener la calma, ya que el acosador generalmente busca una reacción emocional fuerte.
Respirar profundamente, contando hasta 10 y mantener una postura relajada y firme le ayudará a reflejar confianza.
Y decir una de estas cosas.
“No me hables así.”
“Déjame en paz.”
“No me interesa lo que dices.”
5.3. Hablar con firmeza y brevedad
Anímalo a usar un tono de voz firme, pero no agresivo, y a mantener sus respuestas cortas y directas. Esto le ayudará a no entrar en una discusión prolongada que podría escalar la situación.
5.4. Responder con indiferencia
El acosador suele buscar una reacción fuerte y provocar una respuesta en el otro que le haga sentir que domina y contraatacar es lo que lo alimenta. Si el niño responde con indiferencia, como si los comentarios no le afectaran, el acosador puede perder interés.
En cada interacción, la forma en que tu hijo responda exacerbará la situación o la calmará. Tu hijo aprenderá a mantener cierta calma, a pesar de sentirse enfadado y no dejarse arrastrar por el acosador
Ejemplos de respuestas podrían ser:
“Piensa lo que quieras.”
“Eso es lo que tú crees, no me importa.”
“Dilo si quieres, no me afecta.”
5.5. Usar un lenguaje corporal seguro
La postura es tan importante como las palabras. Debe estar erguido, con los hombros hacia atrás y la cabeza en alto, sin mostrar signos de miedo o debilidad. Evitar cruzar los brazos o encogerse, ya que esto puede ser interpretado como inseguridad.
5.6. Evitar el contacto visual prolongado
El contacto visual es importante, pero debe ser breve. Mantenerlo por demasiado tiempo puede aumentar la tensión. Un vistazo directo y luego apartar la mirada de manera controlada muestra confianza sin parecer desafiante.
5.7. Evitar insultos o agresiones
Aunque puede ser tentador para el niño defenderse con insultos o burlas, esto puede empeorar la situación y escalar el conflicto. Es importante que mantenga la compostura y no baje al mismo nivel que el acosador.
Mantener la dignidad mientras te retiras de la situación y NO ATACAR NI DEGRADAR a la otra persona. Para ello, basta con decir algo tranquilo como:
“Sabes, simplemente voy a ignorar ese comentario".
"Creo que tengo algo mejor que hacer ahora mismo."
"No, gracias."
5.8. No entrar en provocaciones
Si el acosador sigue provocando, es importante que el niño no reaccione emocionalmente.
Una frase como “No vale la pena discutir contigo” o “No me interesa lo que piensas” le ayuda a no caer en el juego del acosador.
5.9. Alejarse cuando sea posible
No es necesario quedarse en la situación. Enseña a tu hijo que después de decir algo firme, puede simplemente alejarse. Esto también muestra fuerza y la capacidad de manejar la situación sin necesidad de confrontar más allá de lo necesario.
5.10. Hacer ensayos de conducta simulando situaciones
Es importante hacer con tu hijo simulaciones, juegos de roles para que practique y aprenda estas habilidades y darle confianza para saber cómo actuar si se repite el acoso respondiendo adecuadamente a las burlas y las provocaciones
Entendemos que te preguntes porqué hay necesidad de hacer todo esto. Porque estás enseñando a tu hijo a pescar, en vez de darle un pez. Y a través de estas experiencias aprenderá recursos y herramientas útiles para toda su vida.
Recuerda que además de la información que le das, el ensayo y la práctica son de gran ayuda.
6. Enseña a tu hijo habilidades sociales básicas.
Anímalo a construir amistades saludables. Tener una red de apoyo de amigos puede disminuir el impacto del acoso. También puede ser útil enseñarle a identificar las señales de una relación sana y de respeto mutuo.
Lamentablemente, los acosadores se aprovechan de los niños que perciben como vulnerables. Si tienes un hijo con problemas de habilidades sociales, dale prioridad y apóyalo de todas las maneras enumeradas en este artículo para que sea menos atractivo para los acosadores.
Luego, crea juegos y dinámicas de habilidades sociales y practicad en casa.
Practica con tu hijo: cómo unirse a un juego en el patio de recreo, presentarse a otro niño en una fiesta o iniciar una cita para jugar. Por ejemplo, los niños que tienen éxito al unirse a grupos de niños generalmente observan primero y encuentran una manera de encajar en el grupo, en lugar de simplemente irrumpir.
A veces, los niños desean tanto la aceptación de sus compañeros que continúan frecuentando un grupo de compañeros incluso cuando uno de los líderes del grupo comienza a maltratarlos. Si sospechas que tu hijo puede ser vulnerable, examina y observa las interacciones con sus compañeros para ayudarlo a aprender a conectarse con su propia sabiduría interior y trabaja para brindarle oportunidades de relaciones saludables.
7. Fomenta la resiliencia
Aprovecha para educarle en la resiliencia.
Enséñale que la vida tiene desafíos y que aprender a enfrentarlos lo hará más fuerte.
Ayúdalo a entender que puede superar las dificultades, aunque sean dolorosas.
Y que con ello aprenderá a ser más fuerte y resistente
Lee con él algunas historias ejemplares de superación personal que encontraras en nuestra sección de recursos.
Aunque nuestra tendencia como padres es evitarles cualquier sufrimiento a toda costa, recuerda que enseñarle a atravesar las dificultades de la vida de tu mano y con tu apoyo, les hace resilientes.
La sobreprotección les impide empoderarse y les conduce a evitar cualquier dificultad y desafío, haciéndoles cada vez más vulnerables.
Mantén una actitud de curiosidad, apoyo y humor. Pregúntele a tu hijo cómo se sintió acerca de sus diversas interacciones, qué fue difícil, cómo decidió qué hacer. Los niños desarrollan un buen juicio a partir de interacciones en las que tienen la oportunidad de reflexionar de manera segura sobre las decisiones que tomaron y lo que sucedió.
8. Fomenta su autoestima
Refuerza sus logros y habilidades. Fomentar su participación en actividades que le gusten y en las que destaque puede hacer que se sienta más seguro de sí mismo. Ayúdalo a reconocer sus fortalezas y a desarrollar un concepto positivo de sí mismo. Puedes leer la guía completa de Autoestima.
9. Cuando tu hijo empiece a utilizar la tecnología, enséñale, supervísalo y mantente involucrado
La interacción entre el acoso escolar y las redes sociales parece haber aumentado el peligro psicológico, de modo que los niños sienten que no tienen un refugio seguro.
Cuando tu hijo comience a usar las redes sociales, revísalas con él a diario.
El acoso en las redes sociales no es tan diferente del acoso en persona; sigue siendo un abuso de poder. Pero hay algunas diferencias. Los niños que no serían propensos a ser crueles con alguien en persona pueden ser capaces de hacerlo en línea.
Para prevenir el acoso en línea, es muy importante que les des pautas claras:
Nunca compartas tus contraseñas, pase lo que pase.
Revisa periódicamente la configuración de privacidad con tus padres.
No compartas nada que pueda herir o avergonzar a alguien.
Nunca reenvíes nada que pueda resultar hiriente.
Ser amable con los demás en línea te ayudará a mantenerte seguro.
Recuerda que ser cruel en línea o reenviar mensajes hirientes es lo mismo que ser cruel o difundir rumores hirientes o avergonzar a alguien en persona.
Siempre acude a un adulto si algo en línea te hace sentir incómodo.
La buena noticia sobre el acoso a través de la tecnología es que puedes obtener pruebas.
Por lo tanto, si tu hijo sufre acoso en línea ayúdale con estos importantes consejos:
Documenta todo con capturas de pantalla y fechas.
Bloquea a la persona.
Haz un informe para el colegio o incluso para la policía con documentación.
10. Enséñale a tu hijo que no hay nada de lo que avergonzarse al sentirse asustado por un acosador, en alejarse o en contárselo a un adulto y pedir ayuda
Asegúrate de que sepa que no está solo y que puede acudir a ti, a un maestro o a un adulto de confianza si el acoso continúa. Refuerza la idea de que pedir ayuda no es una muestra de debilidad, sino una forma de resolver un problema de manera inteligente.
Enséñale a pedir ayuda.
11. Enseña a los niños a intervenir para prevenir el acoso cuando lo vean en otros
Michele Borba, experta en bullying, dice que cuando los espectadores (niños que están cerca) intervienen correctamente, los estudios demuestran que pueden detener el bullying más de la mitad de las veces y en 10 segundos.
Lo que pueden hacer para ayudar en esos momentos:
-.Colaborar con la víctima y alejarla del peligro: acércate a la víctima, aléjala del acosador y llévala en la otra dirección, hacia donde un adulto pueda ayudarla. Dile "es normal que esto te haga sentir mal" o "te he estado buscando" o "la maestra me envió a buscarte".
-. Pide ayuda. A los acosadores les encanta tener público. Haz que los demás niños se pongan de tu lado haciéndoles señas para que se acerquen a ti y gritándoles: "Necesitamos tu ayuda". Enfréntale al acosador: "Estás siendo cruel". Luego aléjate: "¡Vamos, vámonos!".
Y por supuesto, si estás preocupado por la seguridad, reclama la ayuda de un profesor.
12. Algunas estrategias para evitar el acoso, una vez empezado, mientras le entrenas
Los acosadores actúan donde no hay adultos presentes, por lo que si tu hijo ha sido acosado:
Evitar los pasillos, los baños y las áreas del patio de recreo sin supervisión.
Sentarse en la parte delantera del autobús escolar,
Colocarse al principio de la fila.
sentarse en una mesa del comedor cerca de los acompañantes de la cafetería
Son buenas estrategias para evitar el acoso, pero existe el peligro de generar en el acosado miedo y evitación. Es mejor empoderarlo mediante los recursos que mencionamos en este artículo
13. Modelar un comportamiento positivo
Los niños aprenden observando. Si tú reaccionas ante situaciones difíciles de manera calmada y firme, aprenderá a hacer lo mismo. Mostrar empatía y resolución pacífica de conflictos puede tener un impacto positivo en su comportamiento.
El apoyo constante y el fomento de la comunicación abierta son esenciales para que tu hijo se sienta seguro y capaz de enfrentar el acoso escolar.
14. Otras cosas que debes hacer
14.1. Trabajar con la escuela
Habla con los maestros y el personal de la escuela para asegurarte de que están al tanto de la situación y pueden intervenir si es necesario. Las escuelas suelen tener políticas antiacoso que pueden ayudar a manejar el problema de manera formal. Aunque hoy en día observamos muy sorprendidos el acoso en muchos colegios y la falta de una política efectiva y firme contra el mismo.
Tu trabajo como padre es proteger a tu hijo. Eso significa que, además de enseñarle a defenderse, debes hablar con el maestro o el director. Tu hijo no debe sentirse solo para lidiar con ello. Y no supongas que, si no hay violencia física, no está siendo herido. A pesar de la creencia de que las palabras no duelen, las palabras malintencionadas y el aislamiento son terriblemente dañinos para la psiquis de un niño o adolescente, y las investigaciones muestran que pueden causar efectos negativos duraderos. Si la escuela no puede proteger a tu hijo, considera cambiarlo de colegio. Pero antes de tomar esta decisión que también tiene sus inconvenientes es mejor aliarte con los padres.
14.2. Trabajar con los otros padres
No dudes en asociarte con otros padres y luchar por la abolición del acoso en el colegio. No pienses que si tomas esta iniciativa tu hijo será más acosado. Puede que así ocurra temporalmente, por lo que tendrás que protegerlo más en esta fase, pero a medio y largo plazo estarás proporcionando un gran beneficio a tu hijo y a otros compañeros. Luchemos por cero violencia en las aulas.
14.3. Otros recursos
Se ha demostrado que las reuniones de justicia restaurativa, la gestión emocional, la capacitación en resolución de conflictos y la transformación de la cultura de una escuela son enfoques más eficaces para reducir el acoso que atacar a los acosadores con castigos punitivos. Desde la Asociación de Padres tratar de implantar estos recursos.
Lamentablemente, nuestras culturas escolares aún luchan por implementar enfoques efectivos y a pesar de ello, la situación está empeorando en muchas comunidades.
15. Un recurso importante que puedes solicitar o introducir en la cultura de tu colegio
Los círculos de justicia restaurativa,
¿Qué son?
Los "círculos de justicia restaurativa" son una práctica (dentro del enfoque de justicia restaurativa), que se centra en la resolución de conflictos y la reparación del daño a través de un proceso colaborativo y comunitario.
¿Cómo funcionan?
Son reuniones estructuradas donde se reúnen las personas afectadas por un conflicto o delito, incluyendo la víctima, el infractor y otras partes interesadas (como familiares, amigos o miembros de la comunidad). El objetivo es dialogar abiertamente y buscar soluciones para reparar el daño y restaurar las relaciones rotas, promoviendo la empatía y la responsabilidad.
Elementos principales:
Participación voluntaria: Todos los involucrados participan de manera voluntaria.
Facilitador o mediador: Hay una persona que guía el círculo, asegurándose de que todos tengan la oportunidad de hablar y ser escuchados.
Diálogo y respeto mutuo: Se busca un ambiente de respeto donde todos puedan compartir sus puntos de vista y emociones.
Reparación del daño: La meta final es identificar las formas en que el daño causado puede ser reparado y cómo evitar que el conflicto o el delito vuelva a ocurrir.
Es un enfoque que se diferencia de la justicia punitiva tradicional, donde el foco está en castigar al infractor. En los círculos de justicia restaurativa, la prioridad es reparar el daño causado a las personas y la comunidad. Y reeducar al agresor e integrarle en la comunidad.
16. Busca ayuda profesional si es necesario
Si el acoso está afectando significativamente el bienestar emocional de tu hijo, considera acudir a un psicólogo o consejero. Un profesional puede proporcionarle herramientas para manejar la ansiedad y el estrés.
Estas estrategias le ayudarán a tu hijo a no sentirse vulnerable frente a un acosador y a demostrar que tiene control sobre sus emociones y la situación.
¿Te ha resultado útil este artículo? Agradeceríamos tus comentarios.
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