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Cómo afrontar los miedos infantiles derivados de la pandemia



Durante los últimos meses e independientemente de nuestra edad, hemos experimentado cambios personales y emocionales en relación con la crisis originada por el coronavirus. Muchos de nosotros hemos intentado sobrellevar la situación lo mejor posible, aunque algunas personas han experimentado problemas de ansiedad o cambios en su estado de ánimo relacionados con la alerta sanitaria, el tiempo transcurrido sin poder salir de casa y, posteriormente, con el hecho de salir a la calle y tener que adaptarnos a lo que viene denominándose “la nueva normalidad”.

Nuestros hijos, niños y adolescentes, también se han visto afectados por este proceso, experimentando ocasionalmente miedo y otras dificultades de adaptación a todos estos cambios.


La sesión tuvo como objetivo, en primer lugar, dar unas pinceladas sobre el concepto del miedo y sus características psicológicas. En ese sentido, los asistentes pudieron recibir una explicación detallada de cómo funciona la mente humana y la estrecha relación que hay entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Entendimos también, cómo el miedo (que es una emoción natural y totalmente adaptativa) nos ayuda a protegernos de los peligros poniendo en marcha una serie de mecanismos de alerta que forman parte de nuestra capacidad para proteger nuestra supervivencia. Vimos también cómo, la evitación constante de aquello que nos da miedo o la no aceptación de este “compañero de viaje” puede hacer que poco a poco el miedo vaya aumentando. Incluso puede darse que el miedo, alimentado por nosotros mismos a fuerza de evitar lo que nos preocupa, resulte limitante, impidiéndonos desarrollar nuestra vida cotidiana con normalidad.


En segundo lugar, propusimos cinco recomendaciones para el manejo del miedo derivado de la pandemia en los niños. Las resumimos a continuación:


1. El miedo como compañero de viaje


Explicar cómo el miedo nos ayuda a protegernos de posibles peligros y por eso, no considerarlo como algo malo es el punto de partida. También hablamos de la importancia normalizar y validar esta emoción para que nuestros hijos puedan aceptar y gestionar adecuadamente sus miedos. Recomendamos no compararle con otras personas para respetar sus tiempos y no generarles más ansiedad. Hicimos hincapié en la figura de los padres como apoyo y acompañantes en la superación del miedo.


2. La información como elemento de ayuda


Cuando comenzó el estado de alarma, nuestros hijos recibieron mucha información sobre lo que pasaba: riesgos, nuevas formas de funcionar… Con el paso del tiempo, la situación ha cambiado mucho, pero puede que la información no la hayamos actualizado lo suficiente. Teniendo en cuenta esto, aconsejamos transmitir información clara y adaptada a su edad. Comentar novedades, los próximos cambios… Todo esto asegurándonos que lo están comprendiendo e interiorizando. La información veraz ayudará a que no fantaseen y a que los miedos, muy probablemente, sean menos intensos y más manejables. Para finalizar, recomendamos tener cuidado con la información enmascarada que puede proceder del telediario, conversaciones…


3. La exposición como estrategia para afrontar el miedo


La recomendación de los expertos nos orienta a facilitar que los niños se expongan de manera progresiva a las situaciones que les producen temor para que poco a poco, puedan normalizar su vida. Comentamos que los padres tienen que desempeñar un papel de ejemplo y acompañamiento, siendo también un modelo de afrontamiento (que no de valentía o perfección).


4. La familia como modelo


En este apartado, y en relación con el punto anterior, vimos algunas recomendaciones para ser ejemplo de calma y seguridad. Los consejos giraron en torno a educar en la responsabilidad y en la autonomía, por ejemplo de protegerse ellos mismos aunque sus padres no estén. Por otro lado, se habló de educar en la gratitud, para cambiar el foco de lo negativo a lo positivo y rebajar el malestar y también recomendamos que, si el miedo persiste o empeora, es aconsejable acudir a un especialista.


5. La calma como recurso


La última de las recomendaciones fue fomentar un entorno familiar tranquilo, en el que los niños pudieran estar calmados y por lo tanto mejor preparados para afrontar posibles situaciones de miedo. Se citaron algunos recursos como vídeos, libros, técnicas de relajación o meditación, o actividades lúdicas que les permitieran disfrutar durante un periodo de tiempo de un momento de tranquilidad.



Os invitamos a ver el video de la charla sobre Cómo afrontar los miedos infantiles derivados de la pandemia.


¡Esperamos que os sea de utilidad!



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