Tres ideas para ayudar a tus hijos a cultivar la espiritualidad
No podemos hablar de vida interior sin referirnos al valor de la espiritualidad. A medida que nuestros hijos van cumpliendo años, es probable que comiencen a hacerse preguntas sobre temas más abstractos y que incluso trascienden a ellos mismos. Muchas de estas cuestiones tienen que ver con la política, la sociedad o el futuro del planeta. Como padres debemos favorecer espacios en los que conversar libremente sobre dichas inquietudes e investigar otros puntos de vista. Tenemos que ver esta curiosidad e interés como algo positivo y enriquecedor. De hecho, estas indagaciones contribuirán a su maduración y a que vayan enfrentando mejor los nuevos retos.
Lo primero que hay que saber es qué es la espiritualidad. Podemos definirla como: “la capacidad que tenemos para comprender lo que somos y el papel que desempeñamos en el mundo”.
Por otro lado, conviene tener presente que la espiritualidad se compone de tres elementos:
Cultivar un sentido de conexión y pertenencia, incluso a algo más grande que uno mismo.
Desarrollar la conciencia de uno mismo y del mundo.
Vivir una vida significativa.
Se ha demostrado por parte de psicólogos, genetistas y especialistas en la materia que la dimensión espiritual es innata. Han afirmado, incluso, que la espiritualidad está en nuestros genes. Llegaron a estas conclusiones después de realizar distintas investigaciones:
En un estudio con varios miles de gemelos, se llegó a la conclusión de que el 29% de la espiritualidad (en este caso, un sentido de devoción personal) es genética.
La psicología evolutiva ha concluido, después de décadas de investigación, que tenemos la capacidad innata para experimentar emociones positivas y que estas, generen conexiones profundas. Este hallazgo está estrechamente relacionado con la espiritualidad. De hecho emociones arraigadas como la gratitud , la compasión y el asombro son consideradas emociones espirituales. Esto es debido a que nos hacen sentir más conectados con los demás y con un sentido de trascendencia mucho mayor. Además, estos sentimientos de conexión fomentan la generosidad y el altruismo, lo que puede haber ayudado a nuestros antepasados a sobrevivir y reproducirse.
Por su parte, psicólogos cognitivos demuestran que esta dimensión espiritual aparece en la infancia. Lo va haciendo a medida que somos conscientes de nosotros mismos, de los demás y de los aspectos que transcienden de nosotros mismos.
Por ejemplo, los científicos han descubierto que niños y adultos buscan el significado y por qué de las cosas. Lo que difiere es la forma en la que lo hacemos, que depende de la cultura en muchas ocasiones. Por ejemplo, los occidentales suelen creer en un Dios superior a los humanos, mientras que algunas culturas indígenas tienen una visión relacional. Es decir, las cosas son lo que son en la medida que están interrelacionadas entre ellas.
Científicos también han estudiado por qué el ser humano, con independencia de su raza, cultura o religión, tienden a buscar el “por qué” de nuestra existencia. Concluyendo que probablemente se deba a nuestra condición de mortales.
Los investigadores concluyen que tanto adolescentes como jóvenes, perciben e incluso cultivan su parte espiritual.
Parece que es evidente que estamos programados para cuestionar quiénes somos, nuestro lugar en el mundo y el significado de todo. También para sentirnos conectados a los demás y a algo que es más grande que nosotros mismos.
¿Qué beneficios tiene la espiritualidad para los jóvenes?
Las investigaciones han arrojado algunos datos importantes. En general, la espiritualidad está relacionada con mayor:
Nivel de bienestar.
Compromiso social y medioambiental.
Éxito académico.
Satisfacción con su propia vida.
Probabilidad de resolver los conflictos de forma pacífica.
Actitud voluntariosa, cooperativa y participativa.
Protección de la salud mental. En algunos casos aislados, puede aparecer signos de depresión. Esto es debido a que la adolescencia es un momento de hacerse preguntas, las cuales no siempre tienen respuesta clara (el porqué de las cosas, búsqueda de la identidad…) generando desasosiego y confusión.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su espiritualidad?
1. Favorece que tus hijos creen lazos con amigos, con el medio que les rodea y con ellos mismos. Se puede hacer a través de prácticas como la meditación, promover actividades con personas de su edad o hacer excursiones a la naturaleza.
2. Hablar en casa sobre el tema. En ocasiones las conversaciones en casa se reducen a aspectos prácticos (deberes, obligaciones, logística familiar…) y se dejan de lado temas de gran relevancia. Para hablar sobre espiritualidad se pueden hacer preguntas como:
¿Quién soy? ¿Cuál es mi propósito? ¿La vida tiene sentido? ¿Qué podemos hacer para que nuestra vida tenga sentido? ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es el amor verdadero? ¿Qué es el infinito? ¿Qué papel tenemos en el curso de la historia de la humanidad? ¿Origen de la vida, del mundo? ¿Dios?
También se puede hablar de dilemas éticos como: el aborto, la eutanasia, cadena perpetua, pena de muerte, uso de combustibles y energías alternativas…
Quizás te interese saber que este tipo de charlas en las que se abordan temas trascendentales, activa zonas del cerebro implicadas en el pensamiento basado en valores. Se cambia la actitud desde la que se enfrentan a la vida. Por ejemplo: el objetivo no es ser admitido en la facultad de medicina sino ser médico para curar y facilitarle la vida a los demás.
3. Ayuda a ver el por qué y para qué de lo que aprenden. La próxima vez que enseñes a tu hijo a hacer algo puedes preguntar: ¿por qué crees que es importante aprender esto? O se puede ir más allá: ¿por qué es importante aprender?
Normalmente cuando se le encuentra el sentido a lo que hacemos, nos comprometemos más. De hecho, en una investigación de David Yeager, descubrió que los estudiantes que vinculaban su aprendizaje con un propósito mayor que ellos mismos y lo relacionaban con sus metas, pasaban más tiempo realizando sus tareas, lo que conducía a un mayor éxito académico.
Durante años las carreras relacionadas con las humanidades no han sido muy populares entre los estudiantes. Sin embargo, desde hace un tiempo esa tendencia ha cambiado y vuelven a ser tenidas en cuenta. Una de las razones principales es justo lo que hemos comentado en este artículo. Los jóvenes se plantean el ¿por qué? Y el ¿para qué? y suelen encontrar respuestas en carreras como la filosofía o la historia.
Creemos que la espiritualidad es un tema complejo pero muy interesante. Te animamos a que visites nuestra página web donde encontrarás una sección muy completa sobre espiritualidad.
¿Qué piensas sobre este tema? Te leemos en comentarios.
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