4 ejercicios para recuperar la conexión y la complicidad con tu pareja
La vida cotidiana, los problemas y rutinas terminan por sepultar los gestos amorosos que tanto nos emocionaba dar y recibir al inicio de la relación. Ahora es el momento de rescatarlos y de redescubrirlos.
Te planteamos cuatro ejercicios con la finalidad de fortalecer la relación, la conexión y la complicidad entre vosotros. Pruébalos, no vas a perder nada y además, no cuestan dinero. Numerosas investigaciones a lo largo de los últimos 40 años han demostrado su eficacia y aunque son aparentemente simples, tienen muchas consecuencias positivas. Por un lado permiten introducir de nuevo la ilusión y la sorpresa en la relación y por otro conforman una reserva de sentimientos positivos muy útiles para afrontar las posibles e inevitables crisis.
1. Recordar los momentos claves de la relación. Primeras citas, convivencia, viajes, nacimiento del primer hijo, situaciones románticas…
2. Escribir lo que te enamoró de tu pareja y compartirlo con ella. Este ejercicio hace aflorar sentimientos positivos dormidos.
3. Hacer una lista de cualidades o cosas positivas que cada uno encuentra en el otro. “Lo que me conquista de ti o lo que me enamora de ti es…” es la mejor forma de empezar una conversación de pareja. Este ejercicio puede ayudaros a hacerlas presentes, revivirlas y a valorarlas más.
4. Puedes utilizar tres adjetivos positivos para describir a tu pareja y concretarlos en alguna anécdota o experiencia en que hayan quedado plasmadas esas cualidades. Te ponemos algunos ejemplos ilustrativos, por si te pueden ayudar:
“Eres muy creativa e imaginativa, me encanta como preparaste el cumpleaños de nuestro hijo”,
“Me encanta viajar contigo, nuestra última excursión te la preparaste con mucho interés, hasta el último detalle y disfruté muchísimo”.
”Eres una persona que sabe escuchar. Cuando te conté los problemas que estoy teniendo ahora en mi trabajo, me sentí escuchado y tus sugerencias me ayudaron mucho”.
Es posible que nunca hayas practicado con tu pareja este tipo de ejercicios: confesaros cosas que jamás habíais dicho o que hacía tiempo que no os decíais. Vence la vergüenza inicial si no lo habías hecho hasta ahora o recupera esta costumbre olvidada y os quedareis sorprendidos con los resultados.