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Cómo enseñar a nuestros hijos a pedir perdón I


A los niños les pedimos constantemente que perdonen a otros: “perdona a Paco por tirar de tu pelo”, “perdona a María por romper tu juguete”, “perdona a mamá por olvidar tu almuerzo”, etc. Pero, ¿cómo sabemos si realmente entienden la importancia del perdón?, ¿cómo nos aseguramos de que estén dejando ir el problema en lugar de simplemente estar repitiendo lo que les hemos pedido que digan?

Como padres es natural que les pidamos a nuestros hijos que acepten una disculpa o que pidan perdón ante un comportamiento inadecuado. Todos hemos experimentado lo sanador que es el perdón y entendemos que es bueno enseñárselo a nuestros hijos ya que aporta paz interior y que contribuye a tener mejores relaciones con los demás.

Pero ¿cómo podemos enseñarles la importancia del perdón?

Lo primero que debemos hacer es enseñarles valores tan importantes como la compasión, la caridad y el amor hacia los demás porque son la base de un perdón auténtico. Para esto es necesario que seamos ejemplo de estos valores y que de una forma u otra los hagamos protagonistas de nuestras rutinas.

Uno de los principales retos a los que nos enfrentaremos será el ayudarles a vencer su orgullo y el fuerte sentido de justicia que caracteriza a niños y adolescentes. Para esto les debemos enseñar que perdonar no significa que estamos de acuerdo con lo sucedido, que el dolor se vaya a ir o que se vaya a borrar nuestra memoria sino que perdonar es tomar la decisión de no cargar con lo sucedido y de liberarnos. En el artículo “Perdonar, lo que es y lo que no es” te contamos con más detalles qué es realmente perdonar.

Otro aspecto que debemos enseñar a nuestros hijos sobre el perdón es que se trata de un acto que tendrán que repetir muchas veces a lo largo de su vida. Algunas veces serán ofensas menores y otras veces mayores, tendrá que perdonar a desconocidos y también a las personas que más ama y que en todos los casos, un acto de valentía que muestra fuerza de carácter y les hará cada vez más fuerte.

Os dejamos algunas pautas que son de utilidad cuando nuestro hijo necesita perdonar:

  1. Lo primero es identificar el sentimiento que el niño está experimentando. Antes de motivarle a perdonar debemos ayudarle a identificar cómo se siente. Puede ser que esté enfadado, triste o decepcionado. Una vez que comprenda el sentimiento que tiene, debemos validarle el mismo para explicarle la importancia de perdonar y cómo el hacerlo le liberará poco a poco de esa emoción.

  2. Enséñale a ver más allá del suceso y a empatizar con la persona que le ha ofendido. Por ejemplo, si un amigo le ha insultado, podemos preguntarle qué había sucedido antes y buscar posibles razones que hayan motivado la actitud del otro. A lo mejor su amigo estaba teniendo un mal día por que la profesora le regañó. Con esto no buscamos justificar al otro, simplemente buscamos fomentar la empatía y disminuir la intensidad de la emoción. Al final es importante recordarle que todos podemos cometer errores.

  3. ¡No le presiones! El perdón sincero únicamente tiene lugar cuando la persona está convencida. Es nuestro deber explicarle la importancia que tiene y ayudarle a ampliar su perspectiva ante la situación. Sin embargo, también es importante que le respetemos y le demos tiempo para tomar la decisión.

  4. Que aprenda a expresar su emoción cuando perdonen a alguien. Para que el niño sienta que su emoción es tomada en cuenta es importante que tenga la oportunidad de expresarla a quien le ha ofendido. Por tanto, podemos enseñarle frases como “Te perdono pero me he sentido muy triste cuando me llamaste tonto así que te pido que no lo vuelvas a hacer”

  5. Utiliza su imaginación. Para los niños, el concepto de dejar ir un sentimiento puede ser muy abstracto. Ayudarnos de visualizaciones puede ser una excelente estrategia para ayudarles a soltar. Por ejemplo, podemos pedirle que se imagine que sostiene un globo que lleva dentro todo su enfado y que al perdonar lo va a soltar y este se irá volando.

  6. Enséñale que el perdón es incondicional. Para los niños, y en ocasiones para los adultos también, puede ser tentador poner condiciones para el perdón. Por ejemplo, perdonar a cambio de un favor como el que tu hermano que te ha ofendido se encargue de hacer tu cama por una semana. Es importante explicarles que el perdón debe de darse sin condiciones o expectativas.

  7. Que sepa que perdonar no es aguantar. Es necesario también hacerles saber que cuando alguien les hace daño una y otra vez pueden acercarse a un adulto para pedirle ayuda. Dejarles claro que perdonar no significa permitir al otro que se siga comportando de manera ofensiva o irrespetuosa con nosotros.

  8. Enséñale a dar. Busca alguna causa altruista en la que podáis colaborar como familia, motívale a regalar algunos de sus juguetes a niños necesitados o llévale a una asociación a hacer labor social. Perdonar requiere humildad y compasión, así que mientras más cultivemos estos valores en ellos, más sencillo será que aprendan a perdonar.

Además, si quieres profundizar más en el tema os dejamos los siguientes enlaces en los que podréis encontrar material útil para enseñar el perdón:

“Cuentos de perdonar”


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