¿Tú hijo está estresado? Consejos para ayudarle
Del estrés no se libra nadie y ¡tus hijos no son la excepción! A veces se tiene la idea equivocada de que el estrés es cosa de adultos, que los niños y jóvenes no tienen motivos para preocuparse y que por eso viven a salvo del molesto estrés. Pero la realidad es que se estresan igual que cualquier adulto o incluso más.
Hay miles de motivos por los que el estrés puede irrumpir en la vida de tus hijos. El desempeño académico,las relaciones con los demás o los cambios imprevistos en sus rutinas son los más comunes. Es imposible eliminar todas las fuentes de estrés por lo que parece más interesante enseñar a nuestros hijos a prevenirlo y/o gestionarlo correctamente cuando éste aparezca.
Veamos algunos consejos:
Cuidado con el exceso de tareas.
Imagina que después de tu jornada laboral llegas a casa y tienes que seguir trabajando un par de horas más, tienes que ir al gimnasio, atender a compromisos sociales… Seguramente te canses solo de pensarlo. Pues esto es lo que le ocurre a nuestros hijos. Salen del colegio y tienen que hacer deberes, estudiar, ir a clases extraescolares, cumpleaños… Tú hijo necesita descansar. Si quieres prevenir la aparición del estrés, no sobrecargues su agenda.
Tiempo de ocio y descanso
Intenta que tengan momentos de ocio no planificado. Que jueguen a lo que quieran, vean una película, lean un libro… Deja que de vez en cuando elijan cómo ocupar su tiempo libre.
Detecta las señales de estrés
El estrés se refleja en nuestro cuerpo de múltiples formas, por ejemplo: dolores de cabeza, dolor de tripa, problemas para dormir bien… Enséñale a detectarlos porque esto les permitirá darse cuenta de que ha llegado el momento de pisar el freno y buscar soluciones a situaciones concretas (organizar la agenda, planificar el estudio, abandonar alguna actividad que no es imprescindible, resolver un conflicto…)
Sé su mejor maestro
Una de las causas del estrés suele ser la inexperiencia. Sus vidas están en continuo cambio y tienen que adaptarse a ella sin disponer siempre de las herramientas adecuadas. No hagas el trabajo por ellos y enséñales a encontrar métodos para relajarse, a expresar y gestionar sus emociones, a resolver las dificultades de la vida diaria y acomunicarse con los demás.
Anticipa situaciones estresantes
Esto es uno de los mejores antídotos contra el estrés. Exámenes, entrevistas de trabajo, viajes al extranjero, recitales, primer día de colegio… Siempre que sea posible, anticípate a posibles situaciones que pueden ser generadoras de estrés para crear un plan de acción y que no te cojan por sorpresa. De este modo les ayudarás a aumentar la seguridad y confianza en sí mismo.
Cierto estrés no siempre es malo y a veces es necesario.
En ocasiones el estrés nos ayuda a ponernos las pilas para hacer frente a un reto. Enséñales a que le pierdan el miedo y a cómo gestionarlo.
Aprende a gestionar tu estrés
Una vez más tú eres el mejor modelo para tus hijos. No te dejes arrastrar por tu estrés (lee nuestro artículo sobre manejo de estrés para padres), busca un equilibrio entre obligaciones y tiempo para ti…
Enseñar a tus hijos a gestionar sus emociones es uno de los mejores regalos que puedes hacerles. Un aprendizaje que les permitirá disfrutar mucho más de sus vidas y a librarse de muchos momentos de sufrimiento.
Este artículo no suple de ninguna manera el consejo o tratamiento psicológico. Si notas que las señales de estrés en tu hijo persisten o superan sus habilidades de afrontamiento, contacta a un profesional de la salud mental que te podrá dar pautas más específicas.
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