Pautas educativas útiles en los primeros años como padres
Aunque muchos padres así lo deseasen, todos sabemos que ningún bebé viene con un libro de instrucciones bajo el brazo. Y es que ese día tan especial no sólo nace un hijo, sino que también lo hace un padre y una madre iniciando la maravillosa aventura de la paternidad.
En ocasiones, esta etapa tan esperada y dulce, está llena de situaciones estresantes y nuevas. A medida que el bebé va creciendo, pueden aparecer dudas sobre cómo y cuándo debemos afrontar algunas cuestiones relacionadas con su educación.
¿Hablamos el mismo idioma?
Cuando nuestros hijos alcanzan aproximadamente los 3 años, comienza la explosión del lenguaje. Comienzan a tener cierta destreza comunicando sus deseos y tratando de comprender la información que les viene del mundo.
Más allá de cuestiones lingüísticas, a muchos padres lo que les cuesta es conectar con sus hijos. Recordemos que, a estas edades, el mundo que ellos ven y con el que se relacionan, tiene mucho de mágico e imaginativo. En muchas ocasiones, tratamos de transmitirles valores y conocimientos desde nuestro lenguaje de adultos, y podemos llegar a sentirnos frustrados si vemos que de ninguna manera cala el mensaje.
“Ponte en sus zapatos”
La experiencia es un grado, y sin duda será un ingrediente esencial que como padre podrás aportar a la educación de tu hijo. No olvidemos la importancia de tratar de ver el mundo desde su altura, para poder así entender mejor cómo comunicarnos con ellos.
Para ello te invitamos a una pequeña reflexión:
Puede que tu hija sea una apasionada de los dinosaurios, o puede que tu hijo adore algún superhéroe o algún ser mágico de algún cuento. Si no es así, te invitamos a que compartas una tarde de juego con tu hijo, y trates de descubrirlo compartiendo un buen rato juntos.
Superhéroes, hadas o duendes, pueden ser el punto de partida para conseguir que tu hijo entienda aquello que quieres enseñarle. Permite que tu hijo use su “capa” favorita para recordar la “gran responsabilidad” de recoger los juguetes después de jugar para salvar al mundo del caos. Fomenta valores como la generosidad o la gratitud mientras tu hijo imagina que caváis una cueva para hacerle una casita a su osito.
Ejercicio práctico: “El cuento a la carta”
Un buen ejercicio para potenciar este tipo de comunicación inventando un cuento. Puedes comenzar con “Erase una vez un niño que se llamaba…” y que el vaya completando los detalles.
Propón a tu hijo o hija que creéis un cuento entre los dos. Puedes llevar el contenido de la historia a un tema específico (enseñanza del valor de la amistad, etc…) o simplemente !dejaros llevar por la espontaneidad!